El Ayuntamiento quiere la titularidad del tramo de la N-620 que da acceso al Puerto Seco

Como plataforma intermodal, la clave del futuro Puerto Seco es facilitar el intercambio de mercancías del ferrocarril al transporte por carretera, en definitiva, a camiones. Por ello, resulta fundamental que este enclave logístico esté bien comunicado tanto por vía férrea como por autovías. Al igual que el Ayuntamiento ha proyectado un ramal ferroviario que conectará con la línea Salamanca-Fuentes de Oñoro —aún pendiente de sus obras de electrificación— para que los trenes de mercancías puedan llegar hasta la zona empresarial de Peña Alta en la que se ubicará el Puerto Seco, también quiere disponer de un buen acceso por carretera que facilite la entrada y salida de camiones. Por este motivo, el Consistorio se plantea muy seriamente hacerse con la titularidad del tramo de la carretera N-630 que conecta la capital con el Recinto Ferial —en el que se celebra el mercado de ganados— o, al menos, con la parte de esta infraestructura que limita con el sector de Peña Alta. El Gobierno de Carlos García Carbayo ya ha iniciado las gestiones para conocer las condiciones en las que el departamento que dirige la ministra Raquel Sánchez estaría dispuesto a traspasar la titularidad de esta infraestructura al Ayuntamiento de la capital de Salamanca.

Hay que tener en cuenta que, aunque ese tramo de la N-620 continúa siendo de titularidad estatal, una de las últimas grandes inversiones que se realizaron en él fue costeada por el Ayuntamiento de Salamanca. En 2010 realizó un desembolso superior a los 800.000 euros a remodelar 1,3 kilómetros de esta carretera. No solo la desdobló en cuatro carriles, sino que construyó tres glorietas. Una de ellas es la que hoy da acceso al recinto ferial. Otra se ejecutó ya pensando precisamente en facilitar la entrada y salida de vehículos a lo que será el sector empresarial de Peña Alta y el Puerto Seco. Y la tercera, situada entre las anteriores, permitirá en un futuro comunicar el sector de Las Lanchas, cuyo suelo también es industrial. Para ejecutar esta intervención, el Consistorio tuvo que recabar previamente las autorizaciones del entonces Ministerio de Fomento, que lógicamente le permitió mejorar una infraestructura de su titularidad sin tener que aportar financiación de las arcas estatales.

A pesar de que, de momento, no es travesía ni se puede considerar tramo urbano de la carretera, dado que existe una alternativa viaria a la N-630, como es la autovía A-62, el Ministerio de Transportes podría aceptar la petición del Consistorio y cederle ese tramo de la vía, pero de momento no hay nada cerrado. Lo que parece poco probable es que el Estado esté dispuesto a realizar una inversión de mejora en esta infraestructura antes de traspasarla o compensar al Ayuntamiento por quedársela.

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