La empresa salmantina que combate el aburrimiento en pandemia en la provincia

Ver una buena película de cine al aire libre se ha convertido en una de las opciones de ocio más demandadas en este atípico verano de mascarillas y distanciamiento social. Una alternativa segura y divertida, que permite disfrutar de una tranquila velada de cine cumpliendo con todas las exigencias sanitarias frente a la COVID-19.

La empresa Proyecfilm vuelve un año más a revolucionar las programaciones culturales de muchos municipios de Castilla y León, y también de fuera de la Comunidad, a través de las más de 200 proyecciones que tiene ya contratadas hasta el final del verano.

Con una larga experiencia en el sector del entretenimiento fruto del trabajo de tres generaciones, la empresa convierte cualquier espacio en una auténtica sala de cine con la máxima calidad de imagen y sonido.

Otra de las opciones que más éxito está teniendo este verano es la del autocine, una divertida manera de disfrutar del séptimo arte desde la comodidad del coche. De hecho, son muchas las localidades que están apostado estos meses por este plan para toda la familia.

La empresa cuenta además, para los casos en los que se solicite, con un programa homologado que permite la venta o reserva de entradas online y, por tanto, facilita la correcta gestión del aforo.

Para disfrutar del autocine tan solo es necesario cualquier espacio abierto de grandes dimensiones que pueda servir como estacionamiento de vehículos.

Proyecfilm cuenta con pantallas hinchables de 10×5 metros (tamaño proyección) que eleva a dos metros de altura para una correcta visualización desde los vehículos y que además pueden ser instaladas y desinstaladas con facilidad en cualquier emplazamiento por su equipo de profesionales.

Para poder oír la película sin problemas Proyecfilm dispone además de una emisora FM que permite a los espectadores escuchar el audio de la película desde la radio de su vehículo.

Esta experimentada empresa familiar es cada verano la encargada de llevar el cine a muchos pequeños pueblos, igual que en los años 60 hacía Joaquín Fuentes, fundador y gerente de Proyecfilm, cuando acompañaba a su padre con un proyector de 16mm y una sábana que hacía las veces de pantalla.

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