Todo el centro de Europa, muy especialmente Alemania, primer cliente de Rusia, está elaborando planes de urgencia para independizar su suministro energético de Putin. Los ... primeros pasos se dirigen a África y países como Arabia Saudí, pero a medio plazo serían mucho más rentables y seguras las inversiones en España, por lo que tanto administraciones como empresas deberían estar ya promocionando desde aquí las posibilidades españolas de exportación de energías limpias. Y entre las regiones españolas, Castilla y León disfruta de una muy ventajosa posición de partida. Tenemos el know how, tenemos el sol, viento e hidráulica, y tenemos espacio. Cerramos 2021 como líder entre las Comunidades Autónomas, con un aumento del 8,6% de producción de energía verde: 24.057 Gwh, el 89,1% del total de producción de la región, según los datos de Red Eléctrica de España. Castilla y León produce más de la mitad de la electricidad renovable de toda España y nuestra orografía registra las condiciones que los inversores están buscando para la producción de hidrógeno a partir de renovables: países con grandes espacios abiertos y condiciones de producción favorables. La bajada de impuestos de Mañueco ejercerá un efecto llamada. El capital fluye cual manantial de los fondos europeos y los vientos geopolíticos soplan a favor, por lo que solo falta, insisto, que administraciones y empresas se pongan manos a la obra. Cualquier paso que se dé en esta dirección será de consolidación a largo plazo. Europa tiene intención de entregarse a la movilidad eléctrica tan pronto acabemos con esta guerra y con esta crisis. Solo en Alemania, reemplazar los 48 millones de automóviles por coches eléctricos requerirá una cantidad adicional de electricidad de 140 teravatios hora por año, alrededor de una cuarta parte del mercado eléctrico actual. Es el momento de hacer valer en Bruselas la prioridad de los proveedores internos del mercado europeo. Y aunque solo fuese para impulsar nuestra propia transición y favorecer nuestra propia independencia energética, merecería la pena apostar por las renovables locales. Es necesario acelerar los permisos, agilizar y simplificar los procesos, así como desarrollar redes y movilizar a la sociedad civil. Cualquier comunidad de vecinos se beneficiaría de la instalación de paneles en el tejado que, pagados en conjunto, no suponen un gran gasto. Pero si hay 2.150 millones europeos para renovar en términos de eficiencia energética los edificios públicos hasta 2026, no entiendo por qué no hay partidas para ayudar a las comunidades de vecinos a hacer lo mismo.
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