Pablo Aguado: «El de Salamanca es un triunfo muy torero que quiero descubrir»
Pablo Aguado protagonizó una entrevista en público en el Patio de Escuelas
»No tuve suerte en mi debut en Salamanca, apenas pude pegar un lance como yo lo siento, un solo lance... pero en ese fugaz pasaje sentí la sensibilidad del público de La Glorieta. Eso dice mucho de esta afición», comentó Pablo Aguado bajo la fachada de la Universidad donde protagonizó una entrevista en vivo incluida en los actos organizados por BMF, la empresa de la plaza de toros de Salamanca, con los protagonistas de la Feria en los espacios monumentales de la ciudad. «Tengo un recuerdo muy bonito: «Se que el toreo clásico aquí gusta», espetó Pablo Aguado ante un par de centenares de aficionados que acudieron a su reclamo cuatro días antes de su comparecencia el viernes en La Glorieta, junto a Talavante y Roca Rey: «Esos carteles ilusionan, te alimentan y motivan aún más». Y toros de Garcigrande, divisa que, dice, es una de sus preferidas y parada obligada cada vez que viene a Salamanca a tentar como parte de su entrenamiento: «Me divierte mucho hablar de toros con Justo Hernández, que es un soberbio ganadero y aprendo mucho a su lado».
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El torero sevillano afirmó que Salamanca «huele a campo, a ganadería; a la pureza del toreo que es de donde nace y de quien está al lado del toro bravo. Es una tierra ganadera por excelencia y taurina a más no poder. Triunfar aquí es un triunfo muy torero y muy campero». Habló de los miedos, que dijo son «necesarios»: «El miedo que se pasa en los patios de cuadrillas es horroroso, yo lo paso fatal. No me avergüenza decirlo. Es más, es importante decirlo para que la gente lo sepa y lo valore. Y también es bueno tenerlo para conseguir cosas importantes. Esos miedos solo se sienten cuando uno está vestido de torero y son diferentes a todos los que te puedas imaginar». De los fracasos comentó que son «difícil» de digerir; y que en los triunfos «hay que ser cauto» porque al día siguiente rápido llega una cura de humildad. «La gestión del fracaso es difícil pero es a lo que más agradecido tenemos que estar los toreros. Es lo que te ayuda a superarte cada día», puntualizó. Además dijo que el miedo «es síntoma de responsabilidad». Y habló de los silencios: «De niño soñaba con sentir los silencios de Sevilla delante de un toro. Ese es un sueño cumplido. Esos sueños son los que asocio con la mítica frase de Pepe Luis Vázquez de que La meta en el toreo es el camino. Y trasladó a los silencio que se viven en La Glorieta, que son distintos y a veces más distantes:«El silencio es muy bonito», dijo Pablo Aguado: «Cuando no salen las cosas pesan, pero el silencio de expectación hace sentirte muy torero».
Víctor Soria, que condujo con brillantez la entrevista, le puso en suerte a Pablo Aguado la oportunidad de lanzar un mensaje para convencer al aficionado para que el viernes vaya a verle a La Glorieta: «En el toreo la incertidumbre es lo fundamental y lo bonito de este espectáculo, el no saber qué va a pasar es la clave. Por eso hay que estar ahí e ir. Ese es el mejor aliciente de una tarde de toros».
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