A juicio por robar en el Milagro de San José, agredir al párroco y regresar después a por su móvil

El Juzgado de lo Penal número Dos de Salamanca ha señalado para el martes, día 21 de noviembre, el juicio contra el varón I.A.C., un joven de 21 años acusado de un delito de robo con violencia y otro delito leve de lesiones tras robar en la parroquia del Milagro de San José, agredir al sacerdote y regresar posteriormente porque se había olvidado su teléfono móvil, en febrero de 2023.

Por estos hechos, el joven se enfrenta a una condena de un año y seis meses de prisión por el delito de robo con violencia y otros dos meses de cárcel por el delito leve de lesiones, que le pide la Fiscalía.

Según relata el Ministerio Público en su escrito de calificaciones provisionales, al que ha tenido acceso LA GACETA, los hechos tuvieron lugar el 28 de febrero del 2023 a plena luz del día, sobre las 11:30 horas de la mañana en el paseo de San Antonio.

Tal y como publicó este diario, el responsable de la parroquia acompañado de una mujer comprobó que la puerta de una de las estancias había sido forzada. Al entrar observaron que el mobiliario estaba descolocado y había varios libros tirados. En ese momento vieron al ahora acusado, I.A.C., que acto seguido se dirigió hacia ellos lanzándoles una patada y comenzando un forcejeo. Los responsables del centro parroquial trataron de retenerlo, pero el caco consiguió zafarse y marcharse.

Pasados unos minutos, el joven regresó al lugar, reclamando un teléfono de su propiedad que se le debía haber caído mientras perpetraba el robo. Fue en ese momento cuando el párroco y la mujer consiguieron retenerlo hasta la llegada de la Policía. Una vez en el lugar, los agentes realizaron una inspección por la parroquia comprobando que la puerta de la sacristía estaba forzada y su interior revuelto. Algunos de los armarios también estaban manipulados. Asimismo, el autor de los hechos tenía en el suelo varias bolsas con efectos dispuestos para llevárselos.

Además, los agentes de la Policía Nacional constaron que el ladrón había andado a su libre albedrío por las distintas estancias, accediendo y registrando un almacén que tenía la llave en la cerradura de la puerta, y en el que también tenía preparada otra bolsa con dos altavoces. Los efectivos no localizaron en el lugar ningún teléfono móvil y procedieron a la identificación y detención del joven.

Por estos hechos, el fiscal le acusa de un delito de robo con violencia y de un delito leve de lesiones, de manera que la pena a imponer, considera, es de un año y seis meses por el robo, y dos meses de prisión por las lesiones, según han apuntado las fuentes consultadas a este diario.

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