Dos visitantes contemplan el rico artesonado del convento de Santa Clara. LAYA

El misterio oculto en el 'desván' de Las Claras: la vida de la reina Berenguela

Su techumbre de estilo mudéjar alberga más de un centenar de escudos heráldicos en los que se relata la vida de la reina Berenguela de León y de Castilla, obligada por el Papa Inocencio III a separarse de Alfonso IX

Elena Martín

Salamanca

Lunes, 26 de junio 2023, 12:07

Entre leones, castillos, un par de arpías, un dragón y unas aves con plumaje negro y pico y patas rojas, córvidos que no se pueden ver en los campos de Salamanca y que tampoco se suelen encontrar representados en ningún otro edificio civil o religoso, se encuentra tallado un misterio oculto lleno de historia en el «desván» del Real Convento de Santa Clara.

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Esta techumbre de estilo mudéjar alberga más de un centenar de escudos heráldicos en los que se relata la vida de la reina Berenguela de León y de Castilla, obligada por el Papa Inocencio III a separarse de Alfonso IX cuando ya tenían cinco hijos. Es el resultado de una investigación llevada a cabo por dos aficionados a la historia, Charo García de Arriba y Miguel Ángel Martín Mas, en la que se apunta que el artesonado de este espacio ubicado en pleno casco histórico de la capital charra podría narrar la vida de esta noble, nieta de Leonor de Aquitania, sobrina de Ricardo 'Corazón de León', madre de Fernando III y señora de Salamanca pese a que su nombre es desconocido por la mayoría de los salmantinos y a pesar de que, en sus tiempos, fue una de las promotoras más fieles a la difusión de la cultura y de las artes.

Pasando de puntillas entre reconquistas, todo apunta a que la propia reina llegó a Salamanca al final de su vida para dejar reflejada su historia y reivindicar su puesto como reina de León y, sobre todo, esposa del que, a día de hoy tiene un medallón en la Plaza Mayor por haber fundado la Universidad y madre de Fernando III 'El Santo', conquistador de Córdoba y Sevilla. Con esta heráldica, se representan la lucha por la sucesión del Reino de León, la muerte de su esposo, el ascenso de su hijo al trono leonés en el año 1230; la muerte de las dos esposas que tuvo el mismo, Beatriz de Suabia -fallecida en 1235- y Juana de Pnthieu; un emotivo homenaje a su abuela, a la que la propia Berenguela le ofrendó el fruto de la Concordia de Benavente y un tributo a los orígenes maternos y al Imperio Angevino de la familia Plantagenet-Aquitania.

Una monarca avanzada

La reina Berenguela de León y de Castilla fue una monarca de avanzada educación y de avanzado pensamiento. Así mismo lo muestra el artesonado del techo de Las Claras, en las que se trazan varias iconografías con las que se narran circunstancias muy personales de su vida usando diferentes emblemas cuartelados.

A la reina Berenguela, se la reconoce por haber sido una de las tantas olvidadas por la historia en favor de sus esposos e hijos varones. Buscó la paz entre los cristianos, unió los reinos de León y de Castilla y, para que, en un futuro, se tuviera constancia de todo lo que había conseguido, dejó por 'escrito' sus aportaciones en el techo de uno de los edificios religiosos más reconocidos de Salamanca.

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El comienzo de todo

El biólogo salmantino Raúl de Tapia Martín fue el primero en citar que, entre todo el artesonado del Real Convento, figuraba un ejemplar de Pyrrhocorax pyrrhocorax -chova piquirroja-.

Este ave, que, en la Península Ibérica, habita los tajos fluviales, las escarpadas paredes altimontanas, los roquedos serranos, los acantilados costeros y, en general, los abruptos y ásperos parajes y que, además, aparece representada en el escudo de la ciudad inglesa de Canterbury, fue el motivo por el que se inició la búsqueda que derivó en este resultado con años de historia.

¿Por qué Berenguela?

Hacia el año 1220, Salamanca vivía una época de relativa calma. La lucha contra los musulmanes se había desplazado hacia el sur y la paz definitiva entre León y Castilla era, por fin, una realidad gracias al Pacto de Toro, suscrito en el verano de 1218 entre su marido, Alfonso IV y su hijo Fernando III, rey, por aquel entonces, de Castilla.

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La reina Berenguela falleció en noviembre de 1246 y, según la interpretación realizada por Charo García de Arriba y Miguel Ángel Martín Mas, los hechos que narran los emblemas de la techumbre abarcan, desde 1204 hasta, aproximadamente, el mismo año de su muerte.

A ello, hay que añadir las circunstancias ampliamente conocidas que ligan a Berenguela con Salamanca durante la etapa en la que ejerció como reina consorte de León (1197-1204): unos documentos que demostraban que la ciudad se encontraba bajo su mando; el nombre que todavía a día de hoy ostenta la localidad charra de Villares de la Reina o el fallecimiento en esta misma ciudad de su hermana, la infanta Mafalda, en 1204.

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