Avenida saca las garras para reencontrarse con la victoria en Euroliga un mes después (75-66)

El Perfumerías Avenida cicatrizó las heridas que aún tenía abiertas con la Euroliga, con un partido de garra para dar y exportar frente al Polkowice. 75-66, fue el resultado final, que traducido al lenguaje de la liguilla es 3 a 3 en los cajones de triunfos y derrotas. Borrón y cuenta nueva, por tanto, tras un mes durísimo en esta competición.

Al equipo se le vio desde el salto inicial que, espoleadas por su buen regreso tras el 'break' de selecciones, quería dar por fin portazo a los fantasmas de Mont de Marsan frente al Basket Landes. El «perdón» que entonces entonó todo el equipo, pero especialmente Silvia Domínguez, se cobró con un primer cuarto de alto nivel. Del que exige esta competición, ni más ni menos. El caso es que el conjunto dirigido por Karol Kowalewski, que no es ni mucho menos un novato ni estas lides ni esta competición como demostró a lo largo y ancho del partido, lo pareció. Total, que la capitana cerró el primer acto con 8 puntos en su casillero. Vio aro de todos los colores, además, de tres, de dos y de uno. De entre todas las canastas que hizo brilló con luz propia una 'bomba' de esas de Navarro, que abrió un parcial de 9-0 que llevó al equipo a jugar al galope y a verse 12 puntos arriba en el marcador (21-9, máxima ventaja de todo el encuentro). Tan claro fue el baloncesto desplegado en los primeros diez minutos, que Pepe Vázquez hizo debutar en Europa a Lucía Rodríguez. 23-14 acabó el periodo.

Pero, una cosa, que el triunfo fuera redondo no significó, sin embargo, que fuera fácil. Claro que no. Las inoportunas lesiones de Olkay Çakir (en la mano derecha) y Sika Koné (en el tobillo derecho) levantaron a Polkowice de la lona, con un 0-9 de vuelta, que acabó por igualar el marcador (23-23) en algo menos de dos minutos y medio. Un tiro libre transformado por Vilaró entonces cortó la sangría y, de paso, abrió un nuevo partido. Que Koné no se quiso perder, porque el equipo de veras que la echaba de menos, especialmente en ataque; se vendó el tobillo, dio tres saltitos a la 'pata coja', y a la pista de nuevo para dar su plus al Avenida en pleno intercambio de golpes. Encadenó una canasta detrás de otra hasta llegar al ecuador del choque con 17 puntos. Vilaró se marchó al descanso también con dobles dígitos (11), tras un triplazo marca de la casa que cerró el segundo periodo 41-38, ya con todas recuperadas.

Otros dos se sacó de la manga la escolta catalana nada más arrancar el tercer acto (también una recuperación monumental sin chaleco antibalas) que, sumado al que también anotó Prince, devolvieron al partido a los números del primer periodo: 50-42. Los ocho puntos de ventaja, sin embargo, fueron un espejismo porque el partido no estaba escrito para jugarse por esos derroteros. Y así, con Sykes a los mandos de todo (también de la dureza), el Polkowice fue escarbando granito a granito hasta recudir la diferencia a los tres puntos (y cerrar el cuarto 60-5), que, sin embargo, fueron insalvables para las polacas al final de los 40 minutos, porque el equipo de Pepe Vázquez se puso a picar piedra granítica a destajo. Avenida defendió con garras y dientes, pasara lo que pasara en el aro contrario, en busca de la victoria final. Y, así, logró llegar a los últimos 5 minutos con una ventaja de 7 puntos en el marcador, Que fueron 9 al final del todo: 75-66. Victorión.

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