Peluquerías y centros de estética estudian protestas tras la negativa a rebajar el IVA

La rebaja del IVA del 21% al 10% de las peluquerías y centros de estética queda fuera definitivamente de los Presupuestos del Estado. No se votará en el pleno del próximo martes después de que el presidente del Senado, Ander Gil, aceptada la disconformidad del Gobierno contra la propuesta de rebajar el impuesto de hasta siete partidos. Esto ha caído como un jarro de agua fría en el gremio, del que dependen cientos de familias y trabajadores en Salamanca. El presidente de la Confederación de Empresarios CES, José Vicente Martín Galeano, anuncia que estudiarán movilizaciones, tanto de las empresas de peluquería y estética como de otros gremios de la provincia. “Les apoyaremos con otros sectores”, insiste.

Por su parte, Olaya Martín, presidenta de la Asociación de Peluquerías de Salamanca (PESAL), subraya que el bloqueo es “una vergüenza” y recrimina que el Ejecutivo “no se aclara” a la hora de definir si sus servicios son “un lujo o una necesidad”, lo que justificaría la reducción del impuesto.

“Para nosotros la rebaja supondría no despedir a gente. Es el margen que podemos tener de beneficio”. Confiesa que en el largo proceso de reivindicación tuvo esperanzas de que se redujera el impuesto. “Cuando se volvió a llevar al Senado pensé que iba a recibir el visto bueno, teníamos mucho apoyo, pero otra vez lo han echado para atrás”.

Paula Romero, presidenta de la Asociación de Estética de Salamanca (CESAL), se muestra muy dura: “Para algunos centros de la provincia va a suponer el cierre. No comprendo por qué no aceptan la propuesta, prefieren cerrar negocios y aumentar el paro”.

Destaca que se trata de un sector muy amplio en Salamanca, con casi 400 negocios entre la capital y la provincia. “Cada día pagamos más de autónomos, sube la luz, no bajan el IVA y gastamos cuatro veces más en consumibles que antes de la pandemia”. Confiesa que el coste de los servicios que prestan se ha duplicado por culpa de la covid, lo que baja la facturación y pone en serio peligro a los negocios salmantinos.

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