Los retos a los que se enfrentan las nuevas amas de casa

La Asociación de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios celebran su 50 aniversario en un marco contextual muy diferente al que tenían cuando empezó su trayectoria en 1972.

María José Frenadillo, concejala de Salud Pública y Consumo, agradeció públicamente este martes a la Asociación su trayectoria: “Hay que agradecerles su labor a favor de la igualdad y de la defensa de la mujer”. También aseguró que habían trabajado juntos gracias a iniciativas como la OMIC, el Consejo Sectorial de Consumo o la Escuela Municipal de Consumo: “Los fines de la Asociación coinciden con los nuestros y los amplifican”.

Gracia Sánchez, presidenta de la Asociación, recalcó que los retos a los que se enfrentan las “jóvenes amas de casa” ahora son muy diferentes: “La mayoría son mujeres trabajadoras que siguen ocupándose de las tareas del hogar. El hombre también colabora, pero gran parte de la tarea recae sobre la mujer”.

En materia de consumo, los retos también son muy distintos: “Cuando empezamos, nuestras reivindicaciones tenían que ver con el pequeño comercio. Ahora mismo tienen que ver comercio online, la ciberestafa o la telefonía móvil”. También recalcaba que para resolverlos se necesitan profesionales cualificados y eso es un gran problema para una asociación que funciona gracias al voluntariado: “Este tipo de problemas los tiene que resolver una persona cualificada y, para ello, se necesita una financiación económica que no tenemos”.

Eloísa Martín, ama de casa salmantina, reconocía que también ha cambiado la forma de consumir: “Nuestras madres y abuelas cubrían sus necesidades llenando la cesta en el comercio del barrio. Hoy en día eso ha cambiado, mucha gente recurre a aquello que ofrece Internet a través de la pantalla”. También aseguraba que son tiempos difíciles para ellas: “Con el dinero que ahora gastas en cuatro cosas, antes llenábamos la cesta”.

En cuanto al futuro de la Asociación, Gracia Sánchez asegura que no cuenta aún con nadie para continuar su labor, a pesar de haberlo intentado “es muy difícil que una persona pueda trabajar de voluntaria y que coja el testigo en estas condiciones”.

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