El absentismo escolar, un asunto policial en Salamanca

Hacer pellas o hacer novillos es más complicado en los centros educativos de Salamanca, donde la Policía Local cuenta con un grupo especializado para combatir el absentismo escolar, en colaboración con la Dirección Provincial de Educación, con los propios centros, así como con la Fiscalía de Menores. Se trata de una iniciativa que nació en 2017 fruto de las propuestas del Plan Nacional contra las Drogas, el Ministerio de Sanidad y la Federación Española de Municipios y Provincias para la prevención de la drogadicción, el absentismo escolar, así como el acoso entre iguales, según explica el concejal de Policía, Fernando Carabias.

En Salamanca, los agentes actúan en dos ámbitos: en el escolar, para prevenir la drogadicción, el absentismo y el bulling; y en el ámbito abierto, en la calle, con todo lo relacionado con el consumo de tabaco, alcohol o drogas, la venta de tabaco y alcohol en establecimientos. Para llevar a cabo estas funciones, los agentes tutores reciben una formación específica, “que les permita resolver conflictos” entre adolescentes, y ser un “referente colaborador en el ámbito educativo y en el privado, en la calle”, según reconoce el responsable de dicho grupo, Jesús Esteban. Los agentes son, por tanto, “autoridad con todo lo que ello conlleva: orden, ley, autoridad, disciplina, asesorar y prevenir”, explica Fernando Carabias.

El trabajo para controlar el absentismo parte de la dirección de los centros, que ponen en conocimiento de la Policía Local posibles casos para llevar un control preventivo en los alrededores de los institutos. Los agentes acuden de paisano y en algunos casos con la unidad canina de la Policía Local para la prevención del consumo de estupefacientes. Además, los agentes también trabajan con menores en situación de exclusión social, en colaboración con los CEAS. En total, ocho agentes tutor forman parte de este programa. Agentes que vigilan en las zonas próximas a los centros escolares para detectar casos de absentismo, pero también en establecimientos cercanos, parques o casas de apuestas donde los menores pueden acudir en horas lectivas. Esta labor, según los responsables del programa, se realiza atendiendo a las demandas de los propios centros, con especial incidencia en el área periférica de la ciudad.

Cuando los agentes detectan alguna irregularidad o infracción lo ponen en conocimiento de los propios centros, así como de las familias. En este sentido, este curso, como consecuencia de la pandemia provocada por el coronavirus, la Policía Local ha detectado un mayor número de escolares que en las horas de recreo se ausentan de los centros para evitar ser observados por los profesores cuando fuman.

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