E L gobierno de los socialistas de Sánchez llegó tarde a la lucha contra la epidemia que sufrimos. El gobierno de los comunistas de Podemos ... y de Iglesias se ha caracterizado por una nefasta gestión de la crisis con múltiples ejemplos: desde la falta de material sanitario hasta la norma de salida a la calle de los niños y adolescentes, pasando lo que ha sucedido con nuestros mayores y los engaños en las compras de mascarillas y test. Eso ya no tiene remedio, aunque ni se pueda ni se deba olvidar. Pero ahora lo importante es mirar al futuro, a lo que llaman la desescalada. Y ahí me surge la duda: si al confinamiento llegaron tarde, si en la gestión de la crisis lo hicieron mal, ¿quién nos garantiza que en lo del desconfinamiento esos dos gobiernos lo van a hacer bien y llegarán a tiempo? Negros nubarrones se ciernen en el horizonte.
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Dicho lo anterior, buscaré consuelo en asuntos más prosaicos, pero que tienen relación con la situación que nos ha tocado vivir ¿Nos hemos dado cuenta de que tenemos una provincia de las más ricas en esto del comer y de la buena mesa? Unos cuantos ejemplos los encontramos en las páginas de la GACETA de ayer dedicadas a los “productos de la tierra”. A saber, aperitivos a base de productos del ibérico y quesos; primeros platos con amplia variedad de guisos con las legumbres y patatas como elementos fundamentales; segundos platos con carnes diversas, cochinillos y lechazos, acompañados de ensaladas con productos de temporada de las huertas; postres a base de derivados lácteos, más quesos y miel, sin olvidar las cerezas, entre otras frutas; las castañas para guarniciones o simplemente asadas y unas obleas ponen la guinda a la hora del café y de aguardientes y completan el menú. De pescado con origen en nuestra tierra andamos un poco más flojos, pero siempre estarán las truchas, entre lo fresco, y el bacalao con sus recetas tradicionales.
Son productos de proximidad en su mayoría, asunto que se ha puesto de máxima actualidad durante las últimas semanas unido a otro: la soberanía alimentaria. La crisis del coronavirus ha dejado claro que la Unión Europea no debe dejar su abastecimiento alimentario en manos de terceros países. Es evidente que no podemos ser autosuficientes en todos los alimentos, pero lograr el mayor grado posible es uno de los retos de futuro, lo mismo que en el caso de los productos sanitarios (desde las mascarillas hasta los respiradores). En Bruselas se han alzado voces que lo piden, comenzando por el propio Macron. Y, ya, para rizar el rizo, también sería bueno y evitarnos sorpresas, apostar por lo que tenemos más cerca en cada época del año. Son los productos de proximidad o de la tierra. Y, de ellos, Salamanca está bien surtido, afortunadamente.
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