Ni en el Día del Amor Fraterno

Viernes, 10 de abril 2020, 05:00

A HÍ van tres preguntas, que en realidad son la misma. Primera: si acude a usted, querido lector, Pedro Sánchez a pedir una ayuda en ... forma de préstamo para salir de un apuro, ¿se lo concedería, visto su historial? Segunda: si acude a usted, querido lector, Pablo Iglesias a pedir una ayuda en forma de préstamo para salir de un apuro, ¿se lo concedería, visto su historial? La tercera: si acuden a usted en demanda de ayuda en forma de préstamo entendido en sentido amplio Pedro Sánchez y Pablo Iglesias al alimón y encima pretenden imponer sus condiciones, ¿aceptaría, visto el historial de ambos? Cada uno tendrá sus respuestas. La mía es muy clara: no, no y tres veces no. Ni siquiera en el Día del Amor Fraterno, que celebra la Iglesia Católica coincidiendo con el Jueves Santo, que es justo cuando estoy escribiendo estas líneas.

Publicidad

Si tengo que hacer una obra de caridad porque es el Día del Amor Fraterno, pues voy y, si puedo, la hago porque quiero, y sin esperar contrapartidas. Pero una cosa es eso, un acto de caridad, y otra muy distinta participar en una operación de ayuda financiera con garantías como la que está pidiendo España en estos momentos a los países de la zona euro y también a la Unión Europea (UE). Parece lógico pensar que al no tratarse de un acto de caridad en sentido estricto, quieran imponer algunas condiciones que el ayudado debería aceptar. Eso suponiendo que los que apoyan logren vencer su resistencia inicial a no fiarse, ni de Pedro Sánchez ni de Pablo Iglesias, como nos sucede a muchos españoles. Además, es evidente la mala situación de España y de Italia, peor que la de otros países de la zona euro, pero es que estos últimos tampoco están como para tirar cohetes debido al coronavirus.

Holanda y los holandeses como colectivo no han sido nunca santos de mi devoción. Siempre han ido a lo suyo y los considero “miserables” entendido el término en su acepción de “extremadamente tacaño”. Por eso no me ha extrañado su actitud durante las últimas negociaciones en la zona euro y en la UE. Pero también entiendo que no se fíen nada, pero nada, de un Gobierno en el que están Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. Y encima, ellos, los holandeses no celebran ni el Jueves Santo ni el Día del Amor Fraterno (como Sánchez e Iglesias) para hacer una obra de caridad. Pese a lo anterior, me aventuro a pronosticar que, al final, habrá un acuerdo de mínimos o de muy mínimos, aunque solo sea por egoísmo: a la UE como tal y a ninguno de los países miembros les interesa una crisis irreversible en España y en Italia. Los holandeses viven del comercio. No lo olvidemos.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas

Publicidad