La imagen, la Cuaresma y las mascarillas

Viernes, 28 de febrero 2020, 04:00

Ha comenzado la cuaresma y de qué manera. El miércoles pasado, que era de ceniza, entré en una farmacia. Permanecí en ella menos de un ... minuto y, tanto los clientes que me precedían, como los que me sucedieron, habían acudido a comprar mascarillas y gel desinfectante, productos que estaban agotados en esa botica. Si eso pasó en menos de un minuto, me imagino la cantidad de veces que esta misma situación se debió repetir a lo largo del mismo día y ayer también. Debe ser el miedo a lo desconocido, que ha provocado caídas en las bolsas con pérdidas millonarias y una sicosis de padre y muy señor mío. De todo lo que está pasando me quedo con las declaraciones de uno de los afectados que se encuentra en cuarentena y que ha dicho que es una nueva versión de la gripe, que se trata como esta última. Evidentemente, si te coge con las defensas bajas, el nuevo coronavirus te puede llevar por delante, pero sucede también con la gripe clásica. La imagen juega mucho en este asunto.

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Ese mismo día, me llamó la atención la puesta en escena de la reunión que hubo entre el presidente del Gobierno de España y la que parecía la delegación de un Gobierno extranjero, en este caso la de Torra y sus muchachos. Si tenemos en cuenta que en la Moncloa solo viven por, para y de la imagen, la puesta en escena del encuentro del miércoles de ceniza es para nota. Parece como si Pedro Sánchez, que aspira a dedicarse a la política internacional, hubiese querido convertir esta reunión en un encuentro entre los representantes de dos Estados diferentes.

La víspera del miércoles de ceniza, el martes de carnaval, el ministro de Agricultura y su equipo decidieron celebrar por su cuenta y riesgo el Día de los Santos Inocentes y vendieron la aprobación por parte del Gobierno de un conjunto de medidas para dar satisfacción a las demandas del sector agrario, como si fuesen un paquete de ayudas de verdad. Y lo que había de verdad es un paquete, pero paquete, paquete. Vamos, un intento de tomadura de pelo con un catálogo de actuaciones sobre la Cadena Alimentaria, muchas de ellas ya existentes, y de dudoso efecto. Lo que se dice dinero de verdad, que pueda llegar al bolsillo de los agricultores y ganaderos, o no salir de él, por muchas vueltas que se dé al asunto, no hay. En resumidas cuentas, que estamos ante otra operación de imagen, en esta caso venta de burra por parte de Luis Planas y su equipo, que las organizaciones agrarias no han comprado, por lo menos de momento. Seguirán las movilizaciones, también en cuaresma.

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