La Plaza Mayor se une al 25-N con la lectura del manifiesto y un decálogo universitario contra la violencia machista

“A ti, mujer, te enseñaron bien a hacerte pequeñita; a ti, mujer, que calladita estás más guapa. Mira, a ver si te tapas un poco, porque se te ve mucha piel. La montaña es de piedra, pero no el hombre, mujer”. La voz de Soosie y el piano de Ana Muriel abrieron el acto en la Plaza Mayor para reivindicar una voz unida contra la violencia machista, que cada 25 de noviembre vuelve a tomar más fuerza. Representantes de la Corporación Municipal, con el alcalde a la cabeza, Carlos García Carbayo, así como representantes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, instituciones y asociaciones, participaron en un acto en el que Salamanca renovó su compromiso: “No son cifras. Son familias rotas”.

La frase, extraída del manifiesto y pronunciada por Adavas, Adoratrices, Apramp y Plaza Mayor, condensó el espíritu de una jornada que recordó que detrás de los números hay mujeres asesinadas e hijos huérfanos.

Las cifras, implacables, también estuvieron presentes: 1.331 mujeres asesinadas en España desde 2003, según el manifiesto de la FEMP, que en esta ocasión dedicó un apartado especial a las mujeres del medio rural, inmigrantes o con discapacidad.

La necesidad de mantenerse unidos contra la violencia machista quedó patente este martes. En el acto se subrayó la importancia de estar alerta ante las formas de violencia que se cuelan por las pantallas, los móviles y las redes sociales. El manifiesto advirtió sobre el acoso digital, la difusión de imágenes sin consentimiento y el uso cada vez más sofisticado de la inteligencia artificial para generar contenidos falsos y vejatorios contra las mujeres.

Los alumnos del Máster en Estudios Interdisciplinares de Género de la Universidad de Salamanca también tomaron la palabra para leer un decálogo contra la violencia de género. Sus palabras hablaron de la educación en igualdad, de desmontar violencias estructurales, de rechazar discursos negacionistas y de mirar a las nuevas generaciones como agentes del cambio. En la misma línea, la concejala de Familia e Igualdad de Oportunidades, Miryam Rodríguez, recordó desde el estrado la importancia de actuar desde los colegios, donde el año pasado se llegó a más de 4.500 estudiantes, y reivindicó la necesidad de reforzar los mecanismos de protección y la labor del Centro de Información y Asesoramiento a la Mujer. “Cada gesto cuenta. La libertad de las mujeres no se negocia para caminar seguras”, señaló la edil.

La jornada estuvo cargada de actividades de educación y sensibilización que reunieron a múltiples colectivos. CSIF Salamanca se concentró en la plaza de Los Bandos, junto a la estatua de Carmen Martín Gaite, “icono femenino, representante de la modernidad y del empoderamiento de la mujer”. En su manifiesto, el sindicato destacó que al menos un 20% de quienes trabajan en la Administración del Estado conoce a una compañera que ha sufrido violencia de género. Por su parte, el Colegio de la Abogacía de Salamanca celebró un acto en memoria de las mujeres asesinadas en 2025, al que acudieron representantes de los principales equipos de fútbol.