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Un autobús de Auto Res ante la Casa de las Conchas en los 70.
'MEMORIAS EN BLANCO Y NEGRO'

Aquellos atascos de autobuses en el conjunto histórico

Hasta 1976, cuando entró en servicio la actual estación, el corazón de Salamanca era a menudo escenario de formidables caos de tráfico con autocares colapsando la zona monumental

Roberto Zamarbide

Salamanca

Domingo, 25 de mayo 2025, 05:45

»La aglomeración de autobuses que entran y salen del garaje de San Isidro, de los taxis, de los coches particulares, de camiones y camionetas dan como resultado un peligroso tráfico de vehículos en la estrecha calle de Serranos, de doble sentido». La crónica del periodista Pedro Casado en LA GACETA del 22 de marzo de 1972, que se remataba con un alegato en favor de la urgente construcción de una estación de autobuses para Salamanca, describía el caos en el que se había convertido el tráfico en el centro de la ciudad, que se agravaba en fechas como el puente de San José. El atasco continuo en el recinto histórico estaba garantizado.

Arriba, el autobús deCipérez espera a los viajeros en una animada escena frente a las cocheras de San Isidro.

La historia del transporte interurbano de viajeros en el siglo XX en Salamanca tiene claramente un punto de inflexión: 1975. La inauguración de la Estación de Autobuses enla entonces llamada avenida de Héroes de Brunete centralizó el servicio de transporte de viajeros y descongestionó las angostas calles de la Salamanca antigua. Antes de eso, las imágenes que atesora la Filmoteca Regional de Castilla y León y las colecciones fotográficas privadas dan testimonio de medio siglo de difícil convivencia entre autobuses, monumentos y vecinos.

La puesta en servicio de las primeras líneas de autobuses interurbanos privadas relegaron en el primer tercio del siglo XX a las antiguas diligencias. Las compañías fueron eligiendo para sus terminales determinados puntos estratégicos, aprovechando las vías principales que comunicaban la ciudad con la periferia. Con el paso de los años, estos itinerarios se consolidaron y generaron un trasiego constante en plazas y calles céntricas, afectando notablemente la vida urbana de Salamanca.

Varios coches de línea, estacionados ante el flamante edificio del Gran Hotel en los años 30. FOTO: VENANCIO GOMBAU. PROPIEDAD: AYUNTAMIENTO DE SALAMANCA. DEPÓSITO: FILMOTECA DE CASTILLA Y LEÓN.

Varios testimonios gráficos atestiguan que el primer espacio de la ciudad que sirvió de terminal de autobuses fue la actual plaza del Concilio de Trento, junto al convento de las Dueñas. Allí, bajo el imponente marco de los Dominicos, se arremolinaban los viajeros y los conductores que salían y llegaban a los diferentes destinos de la provincia.

La antigua iglesia de San Isidro, que tras un incendio en 1893 fue reformada por Joaquín de Vargas para convertirla en Círculo Católico Obrero, acogió en 1920 la fundación de LA GACETA REGIONAL, del que fue la primera sede. Una década después, a inicios de los años 30, fue transformado en «Garaje Matías», y tras otra nueva reforma dirigida por Genaro de No para adaptarla a sus nuevas funciones, se convirtió en la primera estación de autobuses.

El céntrico edificio que hoy es Aulario de la Facultad de Derecho ya tenia entonces esa vitalidad, pero quienes entraban y salían de allí convivían con humos y olores de motor, grasa y mucho ruido. Durante más de 40 años, las inmediaciones de la Casa de las Conchas y la Universidad Pontificia vieron alterada su paz con el trajín de las idas y venidas de los grandes vehículos. Con la puesta en servicio de los autobuses a Madrid, la empresa Auto-Res utilizó otra cochera contigua, situada en la Rúa Antigua y hoy convertida en un bar y sala de conciertos.

Además de las líneas de autobús que desde San Isidro partían hacia La Alberca, Mogarraz, Tamames o Ciudad Rodrigo, otras compañías contaban con «terminales» en distintos puntos de la ciudad. En 1973, la crónica de LA GACETA refería la existencia de salidas de autobuses desde la plaza del Campillo, Arroyo de Santo Domingo, Puerta de San Pablo, Mercado de San Juan, Juan Picornell y Rector Esperabé.

Un autobús maniobra para emprender el camino sobre el puente de Dominicos. FOTO: ÁNGEL ESTEBAN. PROPIEDAD: AYUNTAMIENTO DE SALAMANCA. DEPÓSITO: FILMOTECA DE CASTILLA Y LEÓN.

La construcción de la deseada estación de autobuses en 1975 centralizó todas las paradas y solucionó un problema que ya era angustioso.

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