La dura historia de un sintecho salmantino: dejó el tratamiento y el alcohol le cierra puertas
27 hombres y 14 mujeres fueron atendidos en 2021 a través de la red para personas sin hogar del Ayuntamiento y las ONG
Sábado, 26 de febrero 2022, 20:42
Ha abandonado la medicación y el alcohol se ha convertido en su sustituto, aunque es posible que no sea el único. Aunque recibe una prestación económica, pasa las noches en el entorno de la plaza de la Fuente, y su adicción y su patología le han llevado a verse involucrado en peleas que le han cerrado más de una puerta. Ya no le dejan entrar en el comedor social al que solía acudir.
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Es una de las personas cuya situación se aborda periódicamente en las reuniones casi mensuales del Ayuntamiento con Cáritas, Cruz Roja, Asdecoba, Salamanca Acoge, Amigos del Silencio y la Felicidad, Apared, Apramp, el área social del Hospital y Puente Vida. Constituyen la mesa técnica de atención a personas sin hogar, en cuyo marco el servicio municipal de Inclusión Social atendió el pasado año a 41 personas, 27 hombres y 14 mujeres.
Especial atención está prestando esta red a una joven que deambula por el centro de la ciudad pidiendo ayuda. Le han gestionado citas sanitarias para que se le pueda ofrecer un tratamiento, pero no acude a ellas. Y los trabajadores sociales han recurrido ya al juzgado para intentar la inserción de esta mujer que se encuentra en una situación de gran indefensión. Algunas noches ella se refugia en el palacete del paseo de la Estación. En este ruinoso inmueble coincide con otros sintecho, que lo usan de forma estable o solo ocasionalmente para resguardarse del frío. Cerca de allí, por La Alamedilla transita a menudo otra persona sin hogar que, pese a percibir una pensión, prefiere no gastarla en un alojamiento y ahorrar así para sus viajes a ver a su familia de Marruecos.
Estas son tan solo tres breves historias de quienes han convertido las calles de Salamanca en su “alojamiento” habitual y a las que la red de atención a personas sin hogar trata, según explica Ana Suárez, de “devolver la dignidad” y reinsertar social y económicamente.
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