El principal problema de los parados salmantinos
Una mañana en una oficina del Ecyl evidencia el gran obstáculo: la falta de oportunidades laborales y el encadenamiento de contratos temporales impiden planificar el futuro
Viernes, 29 de abril 2022, 19:36
Planificar. Un cometido casi imposible para una persona desempleada y que en la mayoría de los casos solo consigue salir de esa situación mediante un trabajo temporal. Planes de vida paralizados por una inestabilidad laboral que ahora coincide con un encarecimiento de todos los productos, pero sobre todo de los más básicos, como la energía o los alimentos. Historias que son comunes en la mayoría de personas que acuden a una oficina del Ecyl.
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Bien lo sabe Adán Sánchez. Desde marzo está en paro y su último empleo apenas duró cinco días ya que era para el montaje de una tienda. “Solo me cogen para trabajos temporales a través de una ETT”, explica. Una situación que se alarga en el tiempo y que le impide tomar decisiones que lleva tiempo esperando. “Necesito un trabajo fijo porque quiero pedir una hipoteca”, señala, una aspiración por ahora imposible. Con su pareja tiene una niña y sus ingresos solo le dan “para vivir mes a mes”. Adán apunta que el último susto se lo han llevado con la factura del gas “al haber subido tanto”, por lo que las posibilidades de ahorrar son inexistentes.
Adán Sánchez: “Solo me cogen para trabajos temporales. Necesito uno fijo porque quiero pedir una hipoteca”
La falta de un trabajo estable ha llevado a Milton Villeda, de Honduras, a replantearse su futuro en Salamanca y en España. “Estoy pensando irme porque vine buscando oportunidades y aquí no las hay”, indica. Ha trabajado en múltiples sectores, como la construcción, hostelería o limpieza, pero siempre de forma temporal. “No solo busco más estabilidad. Tengo un hijo y viene de camino otro. Necesito un mejor sueldo. Aquí está subiendo todo menos los salarios”, lamenta.
El día a día de un parado cada vez es más difícil por el encarecimiento de la vida. Incluso para los que tienen ingresos, aunque sean temporales. “Es muy difícil llegar a final de mes con todo lo que hay que pagar: gasolina, impuestos, alimentación...”, recuerda Claudia Márquez. Ella ha finalizado un contrato temporal, aunque con las perspectiva de firmar en unos días otro por cinco meses para trabajar en una residencia para ancianos. “Es lo que hay en Salamanca y a lo que hay que agarrarse”, sentencia.
Milton Villeda: “Estoy pensando irme porque vine buscando oportunidades y aquí no las hay”
Esas apreturas económicas también están en la mente de José Ramón Sánchez, que lleva tres meses sin empleo tras trabajar de repartidor. Por ahora ha podido sobrellevar la falta de ingresos “porque apenas tengo gastos”. Sin embargo, si el paro se prolonga, y con la inflación, no sabe cuánto podrá aguantar. La campaña de verano en la hostelería es la esperanza de Fatiha Ait El Mestadraf para encontrar un trabajo de al menos seis meses “porque ahora solo los hay de fin de semana”, insuficiente “para llegar a fin de mes”.
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Claudia Márquez: “Es muy difícil llegar a final de mes con todo lo que hay que pagar y con un contrato temporal”
José Ramón y Fatiha son jóvenes, por lo que sus opciones de encontrar un empleo son mayores que las de Francisco González. Con 60 años y desde hace 11 en paro, salvo cortos periodos de tiempo, sus esperanzas son casi nulas. “A partir de los 50 nadie te contrata. Y con mi edad, ni siquiera me cogen ya para cursos”, explica. Más optimistas se muestran Marina Antona y Sofía Dosuna. La primera se ha apuntado al paro después de 8 años en los que ha estado cuidando su hija con la esperanza de lograr un trabajo por las mañanas. La segunda porque ha terminado el MIR, así que confía en contar con un contrato de médico a corto plazo. Eso sí, lo más seguro es que sea fuera de Salamanca.
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