El Salamanca viajará a Riazor inmerso en un mar de dudas

El Salamanca naufragó el domingo en Las Rozas donde perdió 3-1 y se vio eliminado de la Copa Federación a las primeras de cambio y, lo que es peor, dejó un mar dudas a una semana de iniciar la competición el domingo a las 19.00 horas en el estadio Riazor ante el Deportivo de la Coruña. Las causas oscilan desde los problemas burocráticos, que están minando el número de efectivos que tiene Sergio Egea, la falta de ideas en el juego, el arbitraje, defensa de cristal y la euforia desmedida a la hora de marcarse objetivos en la temporada.

De las 20 fichas del primer equipo del Salamanca, 12 son de jugadores extranjeros, de ahí que tener controlado el aspecto burocrático es clave pero el Salamanca sigue haciendo aguas en este aspecto. Sergio Egea, prudente, de momento, reconocía días atrás que había que tener paciencia y tolerancia en este ámbito pero la realidad es que tiene menos instrumentos que el resto. Jonathan Lacerda se ha perdido más de 20 días de pretemporada y tendrá difícil llegar en un estado óptimo para competir. El Puma Chávez se ha perdido más de un mes de pretemporada, Madrigal entró en el grupo dos semanas tarde y Cristian Duma todavía no ha llegado.

El Salamanca el domingo mostró una preocupante falta de ideas. Con el centro del campo poblado no controló el choque y con el 4-4-2 tampoco mostró mejoría. La idea de Sergio Egea de que el equipo sea protagonista en los partidos todavía está lejos de materializarse y el domingo en Riazor no es el mejor día para ponerlo en práctica. Además, el rival con muy poco le fue suficiente para ser superior antes del carrusel de expulsiones.

Con Lacerda de baja y Delorenzi, sin el tránsfer (se espera que el domingo pueda estar en La Coruña), Kristian y Sepúlveda eran los únicos centrales del primer equipo disponibles. Además, en líneas generales el Salamanca permitió que les hicieran multitud ocasiones de gol. Encajó tres pero pudieron ser más y el problema estaba presente antes de las expulsiones, en once contra once.

Arbitraje. La actuación del colegiado del partido del domingo ante Las Rozas, el aragonés Héctor García Fernández, fue mala dejando de señalar un penalti claro en los últimos minutos antes de pitar la pena máxima en la que Madrigal forzaba la prórroga pero el Salamanca no puede escudarse en el árbitro. En las expulsiones por doble amarilla de Kristian y de Sepúlveda no había dudas pero pudo ser algo rigurosa la que roja directa que vio Monárrez, que se podría haber saldado con una amarilla.

Un problema ya clásico del Salamanca es que necesita vender el ascenso cada verano y aunque esta vez han sido un poco menos directos en el club, los jugadores desprenden en sus presentaciones que les han dicho que subir es el objetivo. Esto tiene una consecuencia emocional peligrosa que tan rápido ilusiona al personal con lo de Segunda que hunde la moral cuando los resultados deportivos no son los esperados.

Sergio Egea deberá elegir a dos centrales para medirse al Depor y tiene muchas aspectos que valorar para tomar la decisión. Lacerda tiene problemas físicos y casi no ha entrenado y hay dudas de si estará bien para aguantar semejante reto. A Egea no le gustaron nada las expulsiones de Kristian y de Sepúlveda y prometió cambios. Alguno podría ser ‘castigado’. Delorenzi es el que más números tiene y es que con sus problemas burocráticos resueltos, según el club, apunta a titular en Riazor.

Salvo sorpresa mayúscula el Salamanca jugará con un solo nueve ante el Deportivo y Egea tiene otro dilema que resolver. Por un lado tiene a Uxío, que además se mediría a ‘su’ Depor con el extra emocional que supone para un gallego jugar en Riazor. Mientras que por el otro está Madrigal que se estrenó el domingo como goleador aunque fuera de penalti pero falló otra pena máxima. Sea quién sea, ninguno de los dos está en su momento físico ideal en este inicio de Liga y necesitan más rodaje.

Muchas dudas para ir a Riazor.

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