El cambio radical de La Alberca en 25 años
Es la primera localidad rural de España en ser declarada Monumento Histórico Nacional allá por 1940

En todas las provincias aparecen lugares mágicos y emblemáticos capaces de brillar con luz propia y encandilar a propios y a extraños con todo un vasto repertorio de prodigios, tradiciones y singularidades. Salamanca no es una excepción. Todo lo contrario. En su intrincada serranía se erige el que ha sido considerado como uno de los pueblos más bonitos de España, ejemplo de arquitectura popular, compendio de costumbres y gran polo de atracción turística. Y es que La Alberca se ha convertido en una gran ventana al mundo de la Salamanca rural y en uno de los grandes referentes del costumbrismo español. Sus callejuelas estrechas y empedradas, sus casas con geométricos entramados de madera, sus balcones corridos, sus dinteles cincelados... hacen de esta localidad un ejemplo típico de la arquitectura popular serrana. No en vano, es la primera localidad rural de España en ser declarada Monumento Histórico Nacional allá por 1940.

Y aquello que nació hace siglos para dar respuesta a una forma de vida y a un clima muy especiales ha conseguido mantenerse en el tiempo gracias a sustanciosas inversiones y a un mimoso y esmerado cuidado, con reformas y rehabilitaciones tan detalladas y minuciosas que han logrado mantener muy vivo el espíritu de una bella y original arquitectura. Cada año son miles los turistas, nacionales y extranjeros, que se acercan hasta La Alberca para disfrutar del conjunto histórico, pero también de sus tradiciones y de un entorno natural único, dominado por el Parque de Las Batuecas, todo un paraíso de flora y fauna protegido, apreciado y valorado. Un lugar para disfrutar.