El truco para acabar con la suciedad en este complicado elemento del baño

El baño es, por razones obvias, una de las zonas de toda tu casa por grande o pequeña que esta sea en la que más suciedad se acumula. Es de lógica. Te duchas todos los días y eso hace que gastes una importante cantidad de agua que cae por las paredes, por el suelo y hasta por los azulejos. Eso tiene consecuencias. Una de ellas más que evidente: se acumula el moho en determinadas zonas como, por ejemplo, la alfombrilla que utilizas para no resbalar.

Y es que es fundamental contar con este complemento para evitar caídas en la ducha. Pero eso no quiere decir que no debas cuidar su limpieza. Debajo de las alfombras de la ducha se acumula mucho moho y eso puede ser negativo para tu salud. ¿Sabes cómo hacerlo de la forma más correcta posible? Puedes frotar con un cepillo de dientes y algún limpiador de cristales que tengas por casa. Pero antes de tener que limpiarlo también puedes tomar medidas para evitar que la suciedad se acumule. Basta con que cuelgues la alfombra después de cada ducha. De hecho muchas de ellas son fáciles de meter incluso en la lavadora o de frotar con un simple cepillo.

Tú decides cómo hacerlo pero recuerda echar un vistazo bajo este tipo de alfombras de vez en cuando. La clave es no perderlas de vista para evitar un disgusto o que el moho haga que resbales en la ducha y te puedas enfrentar a un momento más que peligroso. También tienes que revisar la limpieza de las toallas de la ducha. Que estén secas no quiere decir que estén del todo limpias.

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