El truco casero más barato para limpiar la vitrocerámica sin dañarla

¿Cómo dejar la vitrocerámica como nueva?

Para limpiar la vitrocerámica con este truco casero solamente necesitarás cuatro elementos: vinagre de limpieza, alcohol, pasta de dientes y una bayeta. Ya hemos hablado en más de una ocasión del poder que tiene el vinagre en la limpieza de la casa y cómo es muy útil para desinfectar electrodomésticos como la lavadora. Pues bien, en este caso también vamos a recurrir a este producto.

Los primero que debes hacer es poner el vinagre blanco de limpieza sobre la vitrocerámica y esparcirlo bien con la bayeta, especialmente por los fuegos y donde está más acumulada la suciedad. Es aconsejable que, si la grasa está demasiado incrustada, se use un rascador o un estropajo que no raye. Acto seguido secamos bien la superficie con un papel absorbente.

Posteriormente ponemos un poco de pasta de dientes sobre la placa y con la bayeta comenzamos a hacer movimientos circulares con energía y durante algunos minutos. Después usaremos de nuevo el rascador y secaremos con una bayeta limpia. Y para concluir, pulverizamos toda la superficie con el alcohol. ¿Cuál es el objetivo? Que la vitrocerámica luzca con mucho más brillo. Retiramos el alcohol con un papel de cocina y el resultado saltará a la vista.