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Suciedad en la goma de la lavadora.
¿Cómo limpiar la goma de la lavadora que está negra?

¿Cómo limpiar la goma de la lavadora que está negra?

El moho acumulado en este electrodoméstico suele provocar malos olores

Sábado, 1 de febrero 2020, 16:50

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Es uno de los electrodomésticos que más utilizamos. Ahora gracias a las lavanderías autoservicio ya no son imprescindibles en casa, pero la mayoría de las viviendas cuentan con una. Como ocurre con todos los aparatos que tenemos en nuestro hogar, la suciedad hace acto de presencia. Aunque algunos piensen que la presencia constante de agua, suavizante y jabón hace que se mantenga perpetuamente limpia, nada más lejos de la realidad. Las lavadoras se ensucian, y mucho. Especialmente su goma. El problema es que la suciedad se suele acumular en unos pliegues que a simple vista no vemos. Un moho que provoca malos olores y que además se traslada a la ropa que lavamos. Pero, ¿cómo limpiar la goma de la lavadora que está negra?

Quien piense que los electrodomésticos no necesitan una limpieza constante, se equivoca. En este artículo ya hablamos de los mejores trucos para limpiar la plancha y dejarla reluciente. También dimos las claves del truco más eficaz para dejar el microondas impoluto. En este caso hablamos de la lavadora y de cómo limpiar la goma que está negra. La fórmula más habitual es impregnar un paño en agua o incluso en vinagre y repasar bien todos los pliegues de la goma. Además, para evitar la acumulación de esa suciedad, los expertos recomiendan dejar la puerta de la lavadora abierta si es posible, especialmente después de cada lavado. De esta forma se podrán evaporar los restos de agua que queden en su interior.

Un truco casero para limpiar la goma de la lavadora que está negra consiste en mezclar cuatro partes de agua por una de lejía en una botella con pulverizador. Colócate unos guantes de goma y rocía con la mezcla el interior de la goma. Deja actuar durante unos minutos y repasa con un paño húmedo. Finalmente pulveriza agua fría sobre la goma de la lavadora para no dejar ningún resto de lejía y sécala con un paño seco. Deja la puerta abierta de la lavadora para que se evapore cualquier resto.

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