La historia de Enrique Ponce en Salamanca

La presencia de Ponce en La Glorieta arranca en 1992, dos años después de su alternativa. El abono de aquella Feria de Salamanca fue, entonces, un año antes de cumplir el centenario, el más largo de toda su historia, con 10 festejos. Lo organizó Manuel Chopera y contrató a Ponce dos tardes: 15 de septiembre, junto a Niño de la Capea, César Rincón y toros de Dionisio Rodríguez; y el 18, con Joselito, Aparicio y toros de Algarra.

De ahí en adelante alcanzaría las 31 tardes en La Glorieta, la postrera fue el 16 de septiembre de 2018 (oreja a toros de Garcigrande, con El Juli y Roca Rey). En ese periplo, el valenciano estoqueó 62 astados, cortó 25 orejas y un rabo. Los máximos trofeos llegaron el 17 de septiembre de 1997, con Ladrillero, de Capea, en una de sus faenas más rotundas. Ponce y Juan del Álamo (2016) son los únicos matadores de toros que pasearon un rabo en La Glorieta en los últimos 30 años.

Las 31 tardes de Ponce en La Glorieta le sirven para marcar distancias con el resto de los que actuaron en esta plaza en las tres últimas décadas. La segunda plaza es de El Juli con 24 paseíllos. Son los dos únicos de esos 117 que actuaron en Salamanca desde 1992 que superan la veintena de tardes ante el público charro. Ponce salió a hombros de La Glorieta por última vez el 15 de septiembre de 2017, tras cortar tres orejas a una de Montalvo, Perera y Ginés Marín le acompañaron en la salida a hombros.

Ponce fue el padrino de alternativa de toreros salmantinos como Javier Castaño (San Sebastián, 2001); y testigo del doctorado José Ignacio Sánchez (Santander, 1994); López Chaves (Salamanca, 1998); y Juan Diego (Salamanca, 1999) y, en estos últimos 30 años, tuvo entre su amplio muestrario de ganaderías predilectas del Campo Charro como Sepúlveda, Atanasio Fernandez, Valdefresno, Puerto de San Lorenzo o Capea. Alba de Tormes (2007, un rabo a un toro de Paulo Caetano), donde también toreo un festival (2011), Ledesma (2012, dos orejas a uno de El Puerto de San Lorenzo) y Guijuelo (2019, oreja de uno de El Pilar) fueron los cosos de la provincia en los que Ponce actuó en toda su carrera.

El esperado pero sorprendente adiós de Enrique Ponce en plena temporada llena de misterio una de las decisiones, no por imaginable, merecida y justa, más llamativas del momento taurino. Interrogantes sin desvelar de quien ya es una de las figuras legendarias de la historia del toreo.