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Victorino Posada tentando a campo abierto. LASO
Fallece el matador de toros salmantino Victoriano Posada

Fallece el matador de toros salmantino Victoriano Posada

Tenía 90 años y residía en Guayaquil (Ecuador)

Domingo, 30 de agosto 2020, 19:45

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Victoriano Posada (Salamanca, 1 de abril de 1930) se marchó a la eternidad a una década del siglo, en su refugio ecuatoriano de Guayaquil, donde residía presumiendo siempre de su Salamanca natal. Matador de toros de alternativa (Barcelona, 23 de mayo de 1954, con el toro Perruno, de Alipio Pérez Tabernero, con César Girón de padrino y Juan Montero de testigo) contaba además con el aval de una puerta grande en Las Ventas en su época novilleril (6 de agosto de 1953) que le situó como una de las principales referencias e ilusiones del momento en el escalafón inferior. Desde el debut con picadores (Vista Alegre Madrid, 8 de junio de 1952, junto a Paquiro y Pacorro) hasta la citada fecha del doctorado llegó a torear 60 novilladas picadas, cosechando grandes triunfos en plazas de la relevancia del coso carabanchelero de Vista Alegre, donde debutó y triunfó con asiduidad en varias novilladas, la Monumental de Barcelona o el coso venteño. Los inoportunos percances frenaron lo que todos presumían como una figura en ciernes que se mantuvo incluso en los primeros compases ya con la borla de matador de toros, etapa en la que de nuevo vuelve a ser presa de los toros frenando su lanzamiento definitivo.

Confirmó su alternativa en Las Ventas de Madrid el 10 de abril de 1955, con el toro ‘Andarín’ de Ignacio Sánchez y Sánchez, de manos de Manuel Calero ‘Calerito’ y de nuevo Juan Montero en el cartel, con el rejoneador Bernardino Landete por delante. Esa campaña la completó con 25 paseíllos, entre ellos su participación en la Feria de Salamanca, donde llegó a cortar una pata el 13 de septiembre de 1954, en una tarde triunfal en la que compartió una salida a hombros apoteósica junto a César Girón. Ángel Peralta y Antonio Bienvenida completaron el cartel con los toros de Cembrano, que protagonizaron una eterna función que se prolongó durante más de tres horas y media y terminó con la luces del coso encendidas. Esa pata que cortó Posada en 1954 es la última que se ha concedido en la plaza charra, ya que aunque también le pidieron una a El Cordobés en 1966 esta no se llegó a conceder. En La Glorieta, durante las funciones de la Feria, Victoriano Posado llegó a actuar una tarde como novillero con picadores (1953) y cinco tardes como matador de toros (dos en 1954, dos en 1955 y 1956): tres puertas grandes, con siete orejas, dos rabos y una pata en su haber. En esos años de matador de alternativa comenzaría también su periplo por ruedos americanos, Colombia y Ecuador. En la década de los 50, junto a Jumillano, fue uno de los toreros más destacados de Salamanca, antes de la irrupción de El Viti en la década siguiente. En toda su carrera actuó en 40 corridas de toros en ruedos europeos.

Al final de aquellos años 50, tras conocer a su mujer en Quito, decidió instalarse definitivamente en Guayaquil, aunque jamás se desvinculó de su querida Salamanca, a donde viajaba todos los años para ser uno de los fieles espectadores en La Glorieta, donde en su día levantó pasiones en el ruedo y donde vibró en los tendidos después con las actuaciones de sus compañeros. Victoriano Posada es el protagonista de esa foto histórica de Laso con una seria vaca de Manolo Sánchez Cobaleda a campo abierto en uno de los cercados de la finca de Castillejo de Huebra. Impecablemente vestido de corto y con una extraordinaria torería en la que dejó constancia de su personalidad.

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