Escribano y Diosleguarde, a hombros en Peñaranda

VALADEZ, OREJA DEL BUEN QUINTO
Saludó Valadez con una larga cambiada de rodillas antes de un vibrante ramillete de verónicas con la pierna flexionada. Midió mucho en el caballo donde Alberto Sandoval apenas castigó antes de que Valadez brillara en un quite por lopecinas. Brindó de nuevo al público. Como en la faena anterior molestó mucho el viento, que le impidió dominar y administrar mejor las embestidas de un toro que lo pedía todo por abajo, muleta en la cara y sometimiento para alargar unos viajes que, con mando, tomaba con entrega. No estuvo cómodo hasta que se metió en cercanías y ahí apostó ya todo en un final con las dos rodillas en tierra. Nuevo epílogo por manoletinas, erguido primero y de rodilla después donde el viento le puso en aprietos. Rectificó y terminó por ayudados. Se pasó de faena y tuvo apuros para cuadrar al toro en la suerte suprema.

Pinchazo, estocada casi entera atravesada y descabello. OREJA.

ESCRIBANO DESOREJA A UN MANSO PREMIADO CON LA VUELTA AL RUEDO
Bravucón se llamó el cuarto, más simple de cara, bajo de hechuras, que no terminó de tener celo en el capote y salió desentendido en cuanto pudo. Manseó con estrépito en el caballo y salió huidizo en cuanto sintió el castigo. Ratificó sin disimulo su mala condición en el segundo encuentro. Expuso en banderillas, tercio en el que el de Montalvo seguía manseando en embestidas huidizas pero con intensidad. Las mantuvo en la faena de muleta donde rompió a embestir humillado, largo y con transmisión. Faena larga y de muchos muletazos en los que sin embargo no terminó de encontrarse a gusto Escribano en una larga faena y de muchos muletazos ante un toro que no pedía otra cosa más que dejarle el engaño siempre en la cara sin quitárselo y tirar de él en unas embestidas que no parecían tener final jamás. Y esa continuidad sin pausa fue la que pareció incomodarle. Hubo más muletazos que contenido, le faltó conexión con el público que reaccionó tras una fantástica estocada. La vuelta al ruedo en el arrastre a un toro manso resultó un despropósito del palco pese a la buena condición que tuvo el toro en la muleta.

Gran estocada. DOS OREJAS y VUELTA AL RUEDO a Bravucón, número 82, negro de capa y de 490 kilos.

DIOSLEGUARDE SE ATASCA CON EL DESCABELLO TRAS UNA GRAN FAENA: OREJA
Fusilero se llamó el tercero de Montalvo que salió con más pies, el espada salmantino le firmó un vibrante saludo capotero. Empujó con fijeza en el caballo que montó Carlos Pérez que cogió con destreza en lo alto. Brindó Diosleguarde al público la faena de muleta que inició con gran autoridad en muletazos por abajo con la pierna flexionada. Firme y muy seguro en todo momento, lo trató con inteligencia y mando, en una faena que conecto rápido con el tendido. No tuvo la misma entrega por el pitón izquierdo, pero le puso todo él y recuperó de inmediato la intensidad del trasteo en una gran tanda por la diestra antes de robarle todo lo que no tenía por el pitón que previamente se lo negó. Faena medida, intensa, de buena estructura que le hubiera servido para desorejar a su oponente si el toro hubiera salido rodado del encuentro con la espada.

Estocada tendida y tres descabellos, se echa por su cuenta. OREJA

VALADEZ EMBORRONA CON LA ESPADA UNA SOLVENTE FAENA
Cornidelantero Poesía, salió sin fijeza y le costó entregarse en el capote de Leo Valadez. Se dejó pegar en el caballo que montaba Tito Sandoval. Brindó al público. Trató con firmeza a un toro que no embistió nunca claro en los primeros tercios y que se fue apaciguando a medida que lo metió en la muleta. Lo enjaretó con gran seguridad y solvencia, sometiéndole y dejándole claro quién mandaba desde que se abrió de muleta. Además también templó un molesto viento que incomodó mucho. Un final por manoletinas puso broche a un trasteo de mérito que emborronó con la espada.

Cuatro pinchazos y dos descabellos. SILENCIO

SIN OPCIONES ESCRIBANO CON EL INCIERTO PRIMERO DE MONTALVO
Saludó Manuel Escribano a Bomba rodilla en tierra, antes del encuentro con el caballo en el que peleó en un solo encuentro en el que empujó con la cara arriba; terminó encelado. Vibrante y alegre en banderillas el pupilo de Montalvo en un tercio que protagonizó Escribano con solvencia. Brindó al público. Sin embargo, el toro cambió radical, tanto que se le coló en el primer tanteo por el pitón derecho y ahí ya comenzó una faena en las que las complicaciones del toro fueron evidentes. Lo intentó Escribano y finiquitó con brevedad.

Estocada desprendida. SILENCIO

Ante el encierro de Montalvo actuará una terna formada por Manuel Escribano, que vuelve al coso de La Florida donde hizo su presentación en 2015 en una tarde triunfal en la que cortó tres orejas a una de Juan Manuel Criado; el mexicano Leo Valadez, que hace su presentación en esta plaza; y Manuel Diosleguarde, que suma su cuarto paseíllo en este escenario, el segundo como matador de toros. En las cuatro ha salido a hombros. En su etapa de novillero cortó cuatro orejas a las reses de El Pilar (2018) y tres a la de Puerto de San Lorenzo (2019). El año pasado cortó tres orejas a los toros de Montalvo.

En los chiqueros aguarda un encierro de la ganadería de Montalvo, ganadería que vuelve al escenario de La Florida después del excelente encierro que lidió el año pasado, con dos astados premiados con la vuelta al ruedo. El orden de lidia del festejo será el siguiente:

1º. Bomba, número 61, de 510 kilos de peso.
2º. Poesía, número 54, de 480 kilos.
3º. Fusilero, número 53, de 485 kilos.
4º. Bravucón, número 82, de 490 kilos.
5º. Licioso, número 57, de 470 kilos.
6º. Lacudero, número 66, de 510 kilos.

Bienvenidos al segundo festejo de las ferias y fiestas de Peñaranda de Bracamonte, que se celebra en tarde soleada y ventosa, con 27º de temperatura.