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SALAMANCA
Jueves, 26 de octubre 2023, 06:45
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El Juzgado de lo Penal número uno de Salamanca había señalado para este miércoles el juicio por las acusaciones cruzadas entre un polícía y dos jóvenes por un altercado ocurrido el pasado año, en plena calle, en la avenida de Villamayor. Sin embargo, según ha podido saber LA GACETA, a las dificultades para alcanzar un acuerdo entre las partes, se unió el retraso acumulado en el juzgado, de manera que al tratarse de un procedimiento que se preveía largo, la vista fue finalmente suspendida y aplazada hasta el próximo 7 de febrero.
La Fiscalía de Salamanca solicita penas de cuatro años de prisión y 1.860 euros de indemnización para los dos jóvenes que en marzo del pasado año fueron detenidos como presuntos autores de una brutal agresión al policía. Por su parte, la abogada de uno de los jóvenes, P.P.B., acusa al policía de un delito de lesiones por el que le pide dos años de prisión y que indemnice a su representado en 4.708 euros por lesiones y secuelas. Mientras tanto, el abogado del otro, I.P.G., acusa al agente de un delito de maltrato de obra sin causar lesión y de un delito de lesiones, por los que le pide dos años de prisión y 300 euros de multa, además de una indemnización de 1.000 euros a I.P.G. por los daños morales y de 4.708 a P.P.B.
Según recoge el fiscal en su calificación provisional, sobre las 21:00 horas del 19 de marzo de 2022, P.P.B. e I.P.G., el primero con antecedentes penales aunque no computables, se encontraban molestando a los viandantes en la avenida de Villamayor. Ante esta actitud, un agente de la Policía Nacional que pasaba por allí de paisano, identificándose con su placa y carné de policía, les requirió para que depusieran su actitud con el fin de restablecer el orden. En ese momento y de forma sorpresiva, con intención de menoscabar la integridad física del agente, P.P.B. le golpeó fuertemente en el rostro a la altura del ojo derecho.
Tras ello, ambos acusados continuaron su camino, mientras que el agente les siguió unos metros, identificándose de nuevo e instándoles a que esperaran a que llegaran los coches de la policía que habían sido alertados por otros viandantes, tras lo cual P.P.B. se abalanzó de nuevo contra él, otra vez con la intención de menoscabar su integridad física y quebrantar la autoridad que el policía representaba en ejercicio de las funciones de salvaguarda del orden público, a lo que el agente respondió con un manotazo con ánimo defensivo.
En ese momento, el otro acusado, I.P.G., le puso la zancadilla al policía, que estuvo a punto de perder el equilibrio, lo cual fue aprovechado por P.P.B. para abalanzarse de nuevo sobre él y golpearle violentamente en la cara.
Seguidamente I.P.G. agarró e inmovilizó al agente, el cual, para zafarse y con una maniobra proporcionada, lo tiró al suelo.
Ante ello, P.P.B. se volvió a abalanzar una vez más sobre el policía y le propinó violentamente puñetazos en la cabeza, por lo que el agente, de nuevo con ánimo defensivo, le agarró mientras I.P.G. también intentó golpearle la cara, cayendo ambos al suelo y siendo separados por el resto de viandantes.
Como consecuencia de los hechos, el policía sufrió graves fracturas, especialmente en el rostro, entre otros golpes.
Mientras tanto, el acusado P.P.B. fue atendido cuatro días después por una contusión facial y fisura en la cabeza del radio izquierdo, no habiendo quedado acreditado que las lesiones respondieran al altercado.
A causa de los hechos, el 21 de marzo, se acordó la prisión provisional comunicada y con fianza de P.P.B., que al día siguiente, una vez pagada la fianza, quedó en libertad provisional, sin que conste en el ingreso en prisión del acusado que fueran apreciadas ni manifestadas lesiones o dolor alguno por su parte.
Señala la letrada de P.P.B., por su parte, que en el momento de los hechos el policía se encontraba fuera de servicio y no vestía uniforme, y que en un momento dado se cruzaron con él los jóvenes, que habían estado todo el día bebiendo «desde por la mañana hasta la noche». Tal y como puede verse en las cámaras, señala, el agente después de cruzarse con ambos, se dio la vuelta y les llamó la atención diciendo: »Te vas a enterar tú». Tras ello, se se quitó la mascarilla y sin más, le propinó un puñetazo a P.P.B. Entonces se produjo, prosigue, «un enzarzamiento entre los tres» y finalmente el policía empujó a su representado y le tiró al suelo.
El letrado de I.P.G. coincide en que el agente iba de paisano y los chicos estaban ebrios, de manera que iban gastando bromas al resto de viandantes. Al cruzarse con el agente y dos familiares suyas que iban detrás, dieron un susto a estas, lo que sentó mal al policía, que les siguió y les recriminó, dándole un manotazo a I.P.G. Aunque estos se fueron les siguió, dándole un puñetazo a P.P.B., ante lo que I.P.G. le hizo una llave de judo, a lo que siguió el enzarzamiento entre P.P.B. y el policía.
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