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Personal de emergencias con los trajes de protección a las puertas del Hospital. ARCHIVO
Piden cárcel para una cuidadora por la muerte de un anciano salmantino de covid

Piden cárcel para una cuidadora por la muerte de un anciano salmantino de covid

La acusada asistía al hombre y a su mujer en su casa del Oeste y, a sabiendas de que su esposo había contraído la enfermedad, no dejó de ir hasta que confirmó que ella también era positivo | Les contagió a los dos y él falleció | El fiscal le pide dos años y medio de cárcel y 187.000 €

Sábado, 20 de noviembre 2021, 22:42

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La Fiscalía de Salamanca acusa de un delito de homicidio y otro de lesiones, ambos por imprudencia, a la cuidadora de un matrimonio de avanzada edad por seguir trabajando a sabiendas de que su marido había contraído el coronavirus, de manera que ella contagió a los dos ancianos y uno de ellos, el varón de 92 años de edad, acabó falleciendo. Le pide dos años y tres meses de prisión por el delito de homicidio y tres meses de prisión por el de lesiones, pero además solicita el pago de una indemnización, a abonar solidariamente con la empresa para la que trabajaba la acusada, que asciende a más de 187.000 euros.

Los hechos tuvieron lugar el año pasado. A principios de diciembre, una hija del matrimonio suscribió un contrato de arrendamiento de servicios con la administradora única de una empresa de servicios de domicilio, el cual tenía por objeto la asistencia y atención domiciliaria de sus padres, de 92 años él y de 86 años ella.

Señala el Ministerio Fiscal en su escrito de calificación provisional, al que ha tenido acceso LA GACETA, que dicha asistencia domiciliaria se llevó a cabo por la trabajadora de la referida mercantil y ahora acusada, R.F.L., ciudadana de nacionalidad peruana. Asistencia que tuvo lugar concretamente entre el 9 de diciembre de 2020 y el 21 de enero de 2021, en el domicilio del matrimonio, próximo a la plaza del Oeste. La mujer prestaba asistencia a los ancianos de lunes a domingo, en horario de 10 a 12 y de 20.45 a 21.45.

Durante las fechas en las que prestó dicha actividad, la acusada convivía con su esposo, que el 18 de enero de este año confirmó su positivo en covid-19, lo que motivó que al día siguiente, el día 19, a través del Centro de Salud de Pizarrales se le hiciera indicación expresa a la acusada para que se confinara en su domicilio y se hiciera una prueba PCR.

Pues bien, prosigue el Ministerio Fiscal, “la acusada, infringiendo claramente el deber de cuidado que le era exigible, hizo caso omiso a las indicaciones de confinarse en su domicilio, y ello pese al evidente riesgo que su actitud generaba, continuando con su actividad laboral en el domicilio del matrimonio, ocultándoles la enfermedad de su marido”.

El día 21 por la tarde, se confirmó igualmente el positivo de la acusada a covid-19, quien, esa misma mañana había acudido al domicilio de los ancianos.

Tras conocer el positivo en coronavirus, la acusada lo comunicó a su empresa y desde ese mismo momento dejó de prestar asistencia domiciliaria. No obstante, señala la Fiscalía, como consecuencia del contacto directo de la acusada con los dos ancianos en los días inmediatamente anteriores, estos inocularon y contrajeron la enfermedad con la fatal consecuencia de la muerte del nonagenario el 31 de marzo a causa de neumonía bilateral por sars-cov-2.

Por su parte, su mujer fue hospitalizada y precisó de 20 días para su curación.

Destaca el Ministerio Público en su escrito de calificación provisional que la empleadora de la acusada no tenía concertada póliza de seguro de responsabilidad civil con cobertura de los hechos acaecidos.

Por los citados hechos, el Ministerio Público solicita para R.F.L. una pena de dos años y tres meses de prisión por un delito de homicidio imprudente y otra de tres meses por un delito de lesiones imprudentes.

Le pide además una responsabilidad civil, a pagar subsidiariamente con la mercantil empleadora, para la viuda y los tres hijos del matrimonio. A la viuda: 104.415 euros por el fallecimiento de su marido; 18.736 euros en concepto de lucro cesante; y 417,66 euros en concepto de daño emergente; además de 1.440 euros por los días que tardó la propia mujer en curar de las lesiones causadas por la enfermedad contraída. A los tres hijos de la pareja: la cantidad, a cada uno, 20.883 euros.

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