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Salamanca
Miércoles, 13 de septiembre 2023, 06:00
Un joven ecuatoriano ha sido citado este martes a juicio acusado de siete delitos: conducción temeraria, conducción bajo la influencia de drogas tóxicas, conducción sin permiso, atentado a los agentes de la autoridad, dos delitos leves de lesiones y dos de daños. El fiscal le aplica además la agravante de reincidencia en la conducción temeraria y la atenuante de drogas tóxicas en el atentado y los daños. En total , le pide cinco años de prisión y cinco años sin conducir, así como el pago de una multa de 14 meses con una cuota diaria de 9 euros (3.780) y las indemnizaciones correspondientes, informan fuentes del caso a LAGACETA.
Los hechos se remontan al 21 de noviembre de 2021, sobre las seis de la madrugada. Según el relato del fiscal en su calificación provisional, G.E.T.R. sabía que no podía conducir porque no tenía carné. A pesar de ello fue pillado al volante de su vehículo, un Ford Focus sobre el que además pesaba una orden de captura y depósito por deudas municipales, por la avenida de Salamanca.
Agentes de la Policía Local le dieron entonces el alto y lejos de parar, el conductor aceleró, teniendo que apartarse los agentes para no ser atropellados y protagonizando acto seguido una persecución que discurrió por distintas calles de la ciudad, desee la avenida de Gonzalo Torrentes Ballester hasta el polígono industrial de Los Villares. Fuga en la que el conductor obvió todas las normas al volante.
Una vez allí, la Policía Local se colocó a su lado y el conductor embistió a los agentes en dos ocasiones de forma lateral, señala el fiscal.
Al fin, detuvo el coche en la calle Silos del polígono industrial y continuó su huida a pie, aunque pudo ser detenido pocos metros más adelante tras saltar una verja hacia una parcela.
En las pruebas realizadas por los agentes, G.E.T.R. arrojó resultados positivos en alcohol y drogas (cocaína).
Además, dos agentes de la Policía Local resultaron lesionados y el vehículo policial registró daños por 2.933 euros.
Después de ser detenido y tras pasar más de 24 horas en los calabozos de la Policía Nacional, fue puesto a disposición del Juzgado de Guardia.
Según informaron entonces fuentes del caso a este diario, el conductor que tenía 26 años, reconoció solo en parte los hechos ante el juez. Asumió que iba bebido y drogado, pero negó que hubiera intentado arrollar a nadie y aseguró que había sido el vehículo policial el que había impactado contra el suyo.
En el Juzgado se comprobó que hacía tan solo unos días le había sido retirado el carné de conducir al ser condenado por otro delito de conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas. Tras su paso por el Juzgado de Guardia, el varón fue puesto en libertad provisional y hoy se prevé el juicio por los hechos en el Juzgado de lo Penal número Uno de Salamanca.
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