En el banquillo un salmantino por violar a su novia, que quería mantenerse virgen hasta la boda

En diciembre de 2020 el acusado comenzó una relación sentimental con la joven de 23 años y de etnia gitana. Según relata la Fiscalía en su calificación provisional, a la que ha tenido acceso LA GACETA, ambos se apalabraron o prometieron en febrero del año siguiente, 2021, y en primavera empezaron a vivir juntos en casa de los padres de ella, compartiendo habitación pero sin mantener relaciones sexuales a la espera de la boda -sobre la que no consta que hubieran fijado fecha-.

El 23 de octubre, J.C.G.B. y su novia fueron a una casa de campo con parcela que posee la familia de él en Ciudad Rodrigo, bajo el pretexto por parte de este de enseñar a un posible comprador una moto que guardaba allí y que había puesto a la venta.

Una vez en el lugar, la joven fue a una habitación para seleccionar ropa que su novio quería llevarse y este, aprovechando que estaban solos, dado que el comprador no llegó a aparecer, entró al cuarto, se sentó en la cama con ella y empezó a besarla.

En ese momento, ella le dijo que no estaba preparada para mantener relaciones plenas, que la respetara, que quería honrar a su familia y que había salido de su casa “mocita”. Pese a ello, señala la Fiscalía, el acusado, con ánimo libidinoso y siendo plenamente consciente de ello, le bajó los pantalones y le espetó: “Yo esto no lo he visto en mi vida... ya somos mayorcitos, que tenemos 23 años los dos”.

Luego le tiró de la ropa interior hacia arriba a lo que ella le dijo: “Ya vale, que me estás haciendo daño”. Pero no cejó en su empeño y se desnudó de cintura para abajo, mostrando su miembro erecto, diciéndole: “Mira cómo estoy, hazme algo”. Tras ello le pidió que le practicara una felación, a lo que ella se negó, comenzando un forcejeo durante el que la joven le propinó una patada en el pecho sin conseguir apartarlo.

Acto seguido, el acusado le metió varios dedos en la vagina y le dijo: “Que no es nada, un poco de dolor... Si no es ahora, cuándo, que estamos solos, que nadie nos va a escuchar, ahora tenemos la oportunidad”.

Al tiempo que le decía estas palabras, según el relato de la Fiscalía, le quitó la muda y le abrió las piernas, la empujó y la penetró sin preservativo, no llegando a eyacular dentro de la vagina, pero sí fuera.

Durante todo ese tiempo , la joven exteriorizó reiteradamente su negativa a mantener relaciones sexuales, no pudiendo reaccionar ante el impacto psíquico que le produjo la insistencia del acusado, debido a su inexperiencia en temas sexuales.

Pese a todo ello, ambos mantuvieron su relación durante casi un mes, tiempo durante el que J.C.G.B., se negó a contar lo sucedido a los padres de la joven, aunque ella se lo pidió insistentemente. Tal situación motivó la ruptura de la relación sentimental y, el 22 de noviembre, la joven le denunció.

En la exploración vaginal que le fue practicada, se apreciaron desgarros del himen, lo que es congruente con haber mantenido una o varias relaciones sexuales con penetración.

El 23 de noviembre se prohibió al acusado por orden judicial acercarse a menos de 300 metros y comunicarse con la joven por cualquier medio.

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