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A.J.L., apodado como ‘Pecho’, a su llegada a la segunda sesión del juicio en la Audiencia Provincial. LAYA
El fiscal: “Un día u otro tenía que pasar, se la iba a pegar y así ocurrió”

El fiscal: “Un día u otro tenía que pasar, se la iba a pegar y así ocurrió”

“No pretendemos una sentencia ejemplar, pretendemos una sentencia justa porque el daño causado es enorme”, concluye la Fiscalía, que mantiene su petición de 8 años de cárcel y 11 sin conducir para el conductor que en el año 2019 causó la muerte de cuatro jóvenes de Alba

Martes, 19 de octubre 2021, 22:04

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“No pretendemos una sentencia ejemplar, pretendemos una sentencia justa porque el daño causado es enorme y se ha hecho de una manera que raya el dolo eventual. Esto un día u otro tenía que pasar, conducía bebido, drogado, con exceso de carga del vehículo... en palabras del taxista que fue testigo del accidente, ‘se la iba a pegar’ y así ha ocurrido”. El fiscal del ‘caso Galisancho’ -la causa seguida con motivo del accidente que en junio de 2019 costó la vida a cuatro jóvenes amigos de Alba- ha elevado a definitivas sus conclusiones, asegurando que se trata de un caso gravísimo, en el que el conductor ha hecho gala de una total inconsciencia provocando un accidente cuando conducía borracho y drogado y como consecuencia del que el resultado es gravísimo: cuatro muertos, la práctica totalidad de los ocupantes del coche. Se trata, asegura, del primer caso en España en que se pide, por la reforma del Código Penal, una pena tan alta por una imprudencia de tráfico.

La Audiencia Provincial de Salamanca ha dejado en la jornada de este martes visto para sentencia la causa contra A.J.L., conocido como ‘Pecho’ , con la petición del fiscal de 8 años de prisión y 11 años sin conducir y el pago de indemnizaciones. El fiscal jefe, Juan José Pereña, todo un experto en seguridad vial y que desde el principio lleva este caso, le acusa de un delito de conducción bajo la influencia de drogas y alcohol, un delito de conducción temeraria, un delito de lesiones por imprudencia grave y cuatro delitos de homicidio por imprudencia grave.

Tras dirigirse en primer lugar a las familias de las víctimas para darles el pésame, el fiscal ha iniciado su informe señalando que hay “una prueba contundente: el día de los hechos, el acusado pasó la noche de fiesta, ingirió alcohol en cantidad abundante y tomó drogas”. Aunque, el acusado ha manifestado a preguntas del fiscal no recordar nada, luego a preguntas de algunos letrados dijo que a partir de las 4.00 no recordaba y a preguntas de otros desde las 7.00, ha declarado sin embargo que no recordaba que en el momento del accidente le chirriaran las ruedas y que probablemente se debió a la gravilla.

Según el fiscal, se ha amparado “en una especie de amnesia selectiva”, de la que, dijo: “Yo personalmente tengo muchísimas dudas”.

Apuntó la nula muestra de arrepentimiento que ha mostrado el acusado durante sus declaraciones y ha dicho que lo ocurrido es fruto de la “inconsciencia del conductor. “El vehículo en manos de una persona bebida, drogada y con velocidad excesiva pasa de ser un medio de transporte a una máquina de destrucción”, ha precisado, y por supuesto “ninguna responsabilidad se puede achacar a los pasajeros del vehículo, por mucho que se subieran voluntariamente al mismo”.

Se ha referido al relato del taxista que presenció el accidente y que a su criterio describió “con precisión encomiable” los hechos, “incluso le comentó a uno de los pasajeros que llevaba: ‘Mira este, le acaban de dar el carnet y se la va a pegar’”.

“La acción imprudente empieza en el momento en que coge el vehículo con sueño, después de una noche de fiesta, con consumo de alcohol y de droga”, señalado y rechazado la presunta nulidad alegada por la defensa porque al acusado se le introdujo incluso un hisopo en la boca y no hay ningún indicio que haga sospechar que la cadena de custodia se haya roto.

“Ha habido consumo conjunto de alcohol y cocaína y no hace falta ser un perito experto para darse cuenta de su efecto”, ha manifestado el fiscal a lo que ha añadido que el acusado “se envalentonó”, cogió el coche e infringió todas las normas, incurriendo en el delito de conducción temeraria con el fatal resultado de cuatro muertos.

El artículo 142 Bis del Código Penal, que en marzo de 2021 entró en vigor, recrudeciendo las penas a los conductores, debe aplicarse en este caso con una elevación de pena en dos grados . “Este es el primer juicio en España en que se solicita y se va a poder aplicar el artículo 142 Bis”, ha señalado.

Y en este sentido ha explicado que el fiscal entiende que el concepto de fallecidos “muy elevado”, como señala este artículo, no solo debe referirse al número sino también a la cantidad de personas que intervienen en el accidente, en este caso han fallecido cuatro, la práctica totalidad de las personas que iban en el coche y conforme a ello ha solicitado una pena de 8 años de prisión y 11 años sin conducir.

Los datos

“Las familias no han aceptado la pérdida, siguen pensando que sus hijos pueden aparecer en casa”

La representante de la Oficina de Asistencia a las Víctimas, dependiente del Ministerio de Justicia, que trató a los familiares de los jóvenes fallecidos relató que en este caso llevó a cabo una terapia familiar y grupal y que “había un dolor tan profundo que hasta era psicosomático, es decir había dolencias físicas y unas emociones muy agudas que estaban relacionadas con una depresión , una tristeza muy fuerte...”. “Todos tienen un duelo complicado, todavía no han aceptado lo que ha pasado, siguen pensando que sus hijos pueden aparecer en casa...”, relató al tribunal.

Las forenses confirman la validez de las pruebas

El acusado es “un consumidor (de alcohol) medio o habitual”, su cuerpo metaboliza de una manera muy rápida el alcohol, señaló una de las dos médicos forenses que intervinieron en la segunda sesión del juicio, que precisó además que en el momento del accidente la ingesta de cocaína había sido reciente, lo que ocasiona unos efectos en el individuo. En su situación, añadió, “no debería haber conducido”. Por su parte, la otra forense confirmó la validez de las muestras examinadas a través de las que se ratificó la presencia de alcohol y drogas en el organismo del conductor, contrariamente a lo que trata de probar la defensa, que pide la nulidad.

Alegato final del acusado: “Aunque no se me crea, pido perdón a las familias... Acepto lo que se me imponga”

El acusado pidió al término del juicio perdón a las familias. “Aunque no se me crea, les pido perdón a las familias porque en ningún momento he querido que pasara nada. Aunque piensen que no, he perdido a mis amigos y no puedo volver al pueblo donde he crecido. Acepto lo que se me imponga”. Por su parte, su abogado insistió en la falta de pruebas para condenar a su cliente por los delitos de los que se le acusa. El juicio llegó de esta manera a su término y quedó visto para sentencia después de casi seis horas, tiempo que se prolongó la segunda sesión.

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