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Viernes, 27 de marzo 2020, 22:20
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Serafina Sánchez Hernández, ‘la Sera’, fallecía hace hoy cuatro años en el Hospital de Salamanca, horas después del salvaje ataque en su vivienda de la calle San Ambrosio, en el barrio de San Vicente. Alguien la atacaba de madrugada, lo hacía con una saña inusitada y la dejaba malherida en el suelo, en medio de un gran charco de sangre, con 36 cortes y puñaladas por todo su cuerpo. Los intentos de los médicos por salvar su vida se hicieron imposibles, al día siguiente ‘la Sera’ moría en el centro hospitalario.
Se cumple hoy un nuevo aniversario sin respuestas. Sin autor, sin móvil, sin pistas de uno de los crímenes más sangrientos que engrosan la crónica negra salmantina. Cuatro años tras los que el autor o autores de su muerte continúan en la calle. Su familia vuelve a llorar hoy su pérdida y vuelve a aprovechar para pedir que este crimen no quede impune, que se detenga al culpable o culpables, que ‘la Sera’ no quede en el olvido.
“¿Qué cómo seguimos? Pues mal, si cabe peor”, comenta a LA GACETA una de sus hijas, María Inmaculada ‘la Macu’, quien tras los años transcurridos lamenta la falta de noticias, pero aún confía en que algún día se haga justicia y el asesino o asesinos paguen por lo que han hecho.
Este año no podrá ir, como acostumbraba, a llevar un ramo de flores a su madre al cementerio, como tampoco lo pudo hacer hace unos días con motivo de su cumpleaños, el coronavirus ha cerrado también las puertas del camposanto.
Pero volverá a acordarse un día más de ella, aún con más fuerza si cabe, porque como manifiesta: “Tenemos que superarlo, tenemos que seguir viviendo, pero ella siempre estará ahí”, lamenta.
La investigación abierta en el año 2017 con motivo del sangriento crimen motivó una única detención, la del único hijo varón de ‘la Sera’ , Flavio Jesús ‘el Titi’. Pasó 21 días en prisión preventiva como presunto autor material del crimen pero la juez acabó dejándole en libertad por considerar que las pruebas contra él eran insuficientes.
Los hechos ocurrieron la madrugada del 27 de marzo de 2017, cuando ‘el Titi’ dormía con ella en la casa, un dúplex: él en el piso de arriba y ella abajo. Fue ‘el Titi’ quien pidió auxilio a gritos tras encontrar a su madre en medio de un charco de sangre, según sus manifestaciones, “resoplando y agonizando”.
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