El atracador de Santa Marta: “Ese día me comí un montón de trankimazines”
Encapuchado y a punta de destornillador, asaltó al empleado de una gasolinera | Tras ser detenido y reconocer los hechos, ingresó en prisión
Domingo, 25 de abril 2021, 12:04
Encapuchado, con el rostro cubierto y a punta de destornillador. El delincuente que a primera hora del viernes atracó una gasolinera de Santa Marta ha reconocido todos y cada uno de los hechos de los que se le acusa y, dada la gravedad de los mismos y su dilatado historial delictivo, ha ingresado en prisión provisional.
Tal y como ha venido avanzando LA GACETA, J.D.R.C., vecino de Badajoz y de 33 años de edad, fue detenido por el asalto a la estación de servicio de Repsol situada en la N-501, en el término de Santa Marta.
Al parecer, el delincuente había estado un día antes en la gasolinera, pidió un café y dejó 15 céntimos a deber, de manera que le dijo al empleado que al día siguiente se lo devolvería. Agentes de la Policía Local de Santa Marta le pillaron sin hacer uso de la mascarilla obligatoria, y procedieron a su identificación.
Al día siguiente, este viernes, a primera hora de la mañana, regresó a la gasolinera. Aunque en esta ocasión llevaba la cabeza cubierta con una capucha y el rostro con la mascarilla, el empleado le reconoció, pero lejos de ir a saldar la deuda, esgrimió el destornillador y le dijo en repetidas ocasiones: “Dame el dinero”.
Minutos antes de las 08.00 horas, la Guardia Civil recibió aviso de que se había producido un atraco en el establecimiento, en el que un individuo encapuchado con el rostro cubierto y armado con un destornillador había amenazado al trabajador y se había apoderado de 240 euros, tras lo que había huido a la carrera.
La Guardia Civil le localizó poco después en las inmediaciones. Llevaba consigo en dinero sustraído, el destornillador, así como la ropa que había utilizado para perpetrar el asalto.
Tras pasar la noche en los calabozos, el sábado fue puesto a disposición del Juzgado de Instrucción número Cuatro de Salamanca, en funciones de guardia.
Según informan fuentes del caso, en la comparecencia reconoció todos y cada uno de los hechos de los que se le acusa, pero en su defensa alegó que esa mañana: “Me había comido un montón de trankimazines”, un ansiolítico que al parecer le receta el psiquiatra con motivo del trastorno de personalidad que padece. A ello se añade su adicción a las drogas desde que tenía 16 años, sobre todo a la cocaína y al hachís.
Señalan las fuentes que el asalto quedó grabado por las cámaras de seguridad de la gasolinera, de modo que a pesar de actuar con la cara tapada, se observa su ropa, la misma que, junto con el destornillador, los agentes recuperaron en el momento de su detención.
