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Miércoles, 20 de marzo 2019, 23:22
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Montaron su negocio hace pocos años como una agencia para facilitar trámites a estudiantes chinos, una especie de asesoría que solucionaba a sus jóvenes compatriotas problemas con alquileres, contratos de telefonía o incluso trámites en internet. La confianza, o ‘xinrèn’ -en chino-, depositada por sus clientes era total, hasta el punto de que cada mediodía, a la hora de cierre del resto de negocios de la zona, eran numerosos los jóvenes, muchos de ellos sino todos estudiantes de la Universidad de Salamanca, que acudían a su negocio para plantearles sus dudas o reclamaciones y tratar de encontrar soluciones.
El martes por la mañana, hacia las diez, numerosos agentes de la Policía Nacional, alrededor de una veintena. fueron llegando al establecimiento -en sus puertas y bajo un logo que representa una especie de soplo, puede leerse algo así como ‘Viento fresco’, aunque en chino- en la calle Rector Tovar.
Tras abrir la parte del motor de uno de los vehículos, una furgoneta, no se sabe si para simular una avería y pasar así inadvertidos o porque realmente la habían sufrido, los policías esperaron un buen rato hasta la llegada de al menos una mujer, la misma que cada día está al frente del negocio -una joven china de poco más de 30 años-, tras lo que llevaron a cabo el registro en las instalaciones, por supuesto con la presencia de la comisión judicial. Al término de la inspección, los agentes se llevaron documentación y también a la mujer detenida.
Dos horas antes, era arrestado un varón, su marido, en su domicilio de Villares de la Reina. En el mismo residen la pareja con sus dos hijos pequeños y al menos en apariencia con un buen nivel de vida.
Los agentes les investigan a ambos por delitos de falsificación de documento público, en concreto, según ha podido saber LA GACETA, de másteres y titulaciones universitarias.
La presunta actividad ‘académica’ a la que de acuerdo con los investigadores podría venir dedicándose la pareja es un nicho de mercado con grandes posibilidades y beneficios, sin precedentes entre ciudadanos chinos al menos en Salamanca, que no fue pasado por alto por los agentes de la Brigada de Extranjería de la Comisaría de Policía de Salamanca y que ha acabado con la detención del matrimonio.
Detenciones que tampoco pasaron este miércoles inadvertidas para los estudiantes chinos que, minutos antes de las dos del mediodía, empezaron a salir como de costumbre de las aulas de la sede de Cursos Internacionales, situada enfrente, y que se encontraron con el negocio cerrado a cal y canto, porque desde el registro del martes nadie lo ha vuelto a abrir al público.
Y es que, tal y como destacaban este miércoles las fuentes consultadas, hasta ahora el goteo de alumnos era constante a mediodía. “En torno a las dos empezaba el tráfico de estudiantes. Uno con un problema, el otro a por un paquete de internet, el ajetreo era a diario constante”, destacaban las fuentes.
Los detenidos permanecían a primera hora de este miércoles en los calabozos de la Policía Nacional de la calle Jardines, desde donde se tenía previsto pasarles a disposición del Juzgado de Instrucción número Tres de Salamanca, que este miércoles entró en funciones de guardia.
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