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J.S.H. durante el juicio que en julio acogió la Audiencia Provincial. ARCHIVO
Cuatro años y medio de prisión por abusar de su hijo de 9 años con el que compartía cama en la comarca de Vitigudino

Cuatro años y medio de prisión por abusar de su hijo de 9 años con el que compartía cama en la comarca de Vitigudino

No podrá aproximarse o comunicarse con la víctima por un periodo de cinco años

Miércoles, 5 de mayo 2021, 19:23

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La Audiencia Provincial de Salamanca ha condenado a cuatro años y medio de cárcel a J.S.H. el salmantino juzgado el pasado mes de abril por abusar sexualmente de su hijo de 9 años con el que compartía cama en su domicilio de la comarca de Vitigudino.

El tribunal le considera autor de un delito de abusos sexuales y le impone además una pena de inhabilitación especial para cualquier profesión u oficio que conlleve contacto regular y directo con menores de edad por tiempo de nueve años, así como la prohibición de aproximarse o comunicarse con la víctima por un periodo de cinco años. Por último le impone la medida de seguridad consistente en la obligación de participar en los programas formativos de educación sexual que resulten necesarios dentro de un periodo de cinco años, así como el pago de las costas procesales. La sentencia aún no es firme y contra la misma cabe recurso de apelación.

En el relato de hechos probados señala el tribunal que J.S.H. residía junto a su hijo menor de edad. En fechas indeterminadas, pero en todo caso cuando su hijo contaba entre nueve y once años de edad y aprovechando que ambos dormían en la misma cama, con ánimo lascivo le realizaba diferentes tocamientos en sus zonas íntimas como el pene, para a continuación, solicitarle que le masturbase y chupase sus zonas sexuales.

A pesar de sus peticiones, el pequeño no accedía y salió al salón a sentarse en el sofá a la espera de que su progenitor se quedase dormido para volver al dormitorio.

Salvo en una ocasión, señala el relato de hechos probados, en la que el pequeño accedió a masturbar a su padre porque pensó que así dejaría de seguir pidiéndoselo.

En el juicio, que se celebró el pasado 22 de abril, J.S.H. reconoció que dormía en la misma cama con su hijo “por motivo de calefacción” pero negó que le realizara tocamientos. Por su parte, la víctima ofreció un claro relato ratificando los hechos.

“Es claro que no hay en la víctima móvil espurio. No hay prueba directa ni indicios serios que sugieran la presencia de motivos torcidos en el menor en la narración de los hechos que él mismo mantiene. Es más, según la pericial psicológica, el menor siempre ha tendido a minimizar los hechos porque no quería perjudicar a su padre, ni quería perder al mismo, como perdió a su madre cuando se fue con su hermanito pequeño a Paraguay y no volvió. De suerte que el menor desde el principio, según dicha prueba testifical-pericial, siempre ha querido solo que su padre cambiara, dejara de beber y no volviera a repetir actos como los narrados”, destaca el tribunal que concluye: “Nos hallamos ante uno niño que, cuando contaba 12 años, reveló y relató con el mayor detalle que pudo los tocamientos íntimos que vino llevando a cabo su padre sobre él desde que contaba tan sólo 7 años, conducta lasciva cuyo sentido y naturaleza no comprendía el menor en un principio”.

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