Más viajeros y pernoctaciones que nunca en apartamentos turísticos

En agosto fueron 16.109 los viajeros que se alojaron en los apartamentos turísticos de la provincia, en los que realizaron 33.357 pernoctaciones. Máximos nunca alcanzados desde que se elabora esta estadística —enero de 2014—. Al tratarse de un sector muy marcado por la estacionalidad, las cifras sufren importantes oscilaciones a lo largo del año, por lo que es la comparativa interanual la que muestra el crecimiento real de este mercado. Así, los viajeros que eligen este tipo de alojamientos aumentaron un 9,34% en los últimos doce meses. Las noches que pernoctaron en ellos se elevaron un 13,3% —en los hoteles, el incremento en el último año ha sido del 1,8%—. Este ritmo de crecimiento se viene repitiendo desde hace casi una década. Así, si se atiende a los datos de agosto de 2019, justo antes de la declaración de la pandemia de la covid, los turistas que reservan este tipo de inmuebles para sus visitas a Salamanca son hoy más del doble y las pernoctaciones se han incrementado un 64%, mientras que los hoteles se encuentran en datos muy similares e incluso inferiores a la irrupción de la covid. Además, la estancia de los clientes de este tipo de establecimientos que no dejan de proliferar por toda la ciudad roza los dos días. Es, por tanto, superior que la de quienes duermen en alojamientos hoteleros.

Este importante aumento de la demanda que se viene experimentando en los últimos años explica que haya negocio para los casi 150 nuevos apartamentos turísticos que se habrían abierto en el último año, según los datos que maneja el INE. Si en agosto de 2021 contabilizaba 489 inmuebles de este tipo, ahora serían 638, un 30% más. Son casi el doble que justo antes que la pandemia, y más del triple que hace solo siete años, en 2016. La mayor oferta no se ha traducido en un mayor número de establecimientos vacíos, sino al contrario. El pasado agosto registraron una ocupación media de casi el 67% los fines de semana y del 61% en diario, pocas veces alcanzadas en prepandemia y muy similares a las alcanzadas en los dos últimos veranos.

El mercado de los apartamentos turísticos de la provincia de Salamanca ha experimentado uno de los mayores crecimientos de España respecto a la prepandemia. Mientras que en territorios muy saturados por este tipo de establecimientos y en los que se han adoptado medidas para evitar una proliferación desmedida, como Santa Cruz de Tenerife, Málaga, Las Palmas, Baleares o Valencia, el pasado mes de agosto se alojaron menos viajeros en ellos que hace cuatro años, Salamanca es la sexta provincia de España en las que se ha producido un mayor aumento en el número de clientes (117%), solo por detrás de Toledo, Valladolid, León, La Rioja y Vizcaya. Pero no hace falta mirar tan atrás para comprobar que en Salamanca el crecimiento de este mercado es más acelerado que en otros territorios. Es la séptima provincia del país en la que se han abierto más apartamentos turísticos nuevos durante el último año. Han aumentado un 30,5% en solo doce meses. Solo en Huelva, Vizcaya, Navarra, Orense, La Rioja y Valladolid ha sido superior el aumento de la cifra de negocios.

La ordenanza, aún pendiente

El Plan General de Ordenación Urbana de Salamanca solo permite viviendas de uso turístico en la planta baja de los edificios, en un edificio íntegramente destinado a ellas o en primeras plantas con acceso exclusivo a ellas, es decir, que no sea por el portal. Según explican fuentes de la Concejalía de Fomento, de cara a la ordenanza que el Ayuntamiento pretende aprobar para regular este tipo de establecimientos, se está analizando si se abre o no la posibilidad de que los apartamentos turísticos se puedan emplazar también en otras plantas diferentes a estas. Esta opción se baraja de cara a dar salida, por ejemplo, a inmuebles destinados a oficinas o despachos que se han quedado vacíos en los últimos años y que se encuentran en plantas superiores. Si finalmente el Gobierno de Carlos García Carbayo opta por facilitar que esos inmuebles también puedan acoger este tipo de alojamientos turísticos, sería necesario modificar previamente el PGOU. Por el contrario, en el caso de que el Consistorio considere que es menor mantener solo los tres supuestos actuales, no sería necesario ese cambio en Plan General y la normativa municipal podría empezar a tramitarse de inmediato. Según explican fuentes municipales, el concejal Fernando Carabias está manteniendo estos días reuniones con técnicos y sectores afectados para determinar si finalmente se acomete o no ese cambio en la normativa urbanística.

En enero de 2020, el Ayuntamiento de Salamanca contaba ya con un borrador de ordenanza que estaba dispuesto a aprobar para que entrase en vigor ese mismo año. El texto normativo, cuya tramitación fue finalmente paralizada hasta el punto de que casi cuatro años después continúa sin aprobar, recogía en su artículo 14 las infracciones, calificadas como leves, graves y muy graves. Entre estas últimas, se incluía no disponer dc la pertinente licencia o no adoptar medidas para evitar actos o comportamientos incívicos molestos en horario nocturno. Entre las graves, se especificaba la carencia de un seguro de responsabilidad civil por un importe mínimo de 180.000 euros.

La necesidad de minimizar el riesgo de contagio, el cierre de los espacios comunes y la recomendación de limitar los contactos al entorno familiar o más cercano llevaron a que durante la pandemia y cuando las restricciones impuestas por el Gobierno y la Junta lo permitían las casas rurales se convirtiesen en la opción de vacaciones más seguras. Esto llevo a una proliferación de los viajeros que elegían este tipo de establecimientos alejados de las grandes urbes para veranear. El regreso a la normalidad ha llevado a que estos negocios hayan perdido parte de su tirón. El pasado fue el mes de agosto de los últimos cuatros años que menos pernoctaciones han registrado este tipo de negocios, según los datos publicados ayer por el INE. Fueron 10.952 los viajeros alojados y 39.070 las «noches» que pasaron en estos alojamientos durante el mes de agosto. Esto supone una caída superior al 10% en el número de clientes y un descenso de más del 13% en pernoctaciones con respecto al mismo mes de 2022.

Incluso en agosto de 2020, cuando hacía pocas semanas que se había levantado el confinamiento domiciliario por la covid, las casas rurales registraron 43.796, 4.700 más que en el mismo periodo de este año. Pese a este descenso en la ocupación de estos alojamientos extrahoteleros de la provincia de Salamanca durante los últimos años, las cifras de pernoctaciones continúan siendo superiores a las que se registraban cualquier mes de agosto anterior a la prepandemia —salvo en 2014—. De hecho, han sido un 7,4% más que en agosto de 2019.

Por el contrario, los campings han vivido este verano un aumento de las pernoctaciones, que descendieron tras la irrupción de la covid. En agosto, el mes más fuerte para este tipo de negocios, aumentaron un 9,4% respecto al mismo mes del año anterior. Más de la mitad de los viajeros que se alojaron en ellos, 6.645 de 11.321 procedían de otros países. Sin embargo, siendo menos, los españoles son los que acaparan el 58% de las pernoctaciones.