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Lunes, 17 de mayo 2021, 12:49
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En febrero de 2019 apareció publicado en el Boletín Oficial del Estado el nuevo cuadro médico de exclusiones para ingresar en la Guardia Civil. En principio se reducían las exigencias, pero en lo referido a enfermedades de la visión incluía un apartado en contra del uso de lentes intraoculares fáquicas. Se trata de una solución moderna para corregir la miopía, la hipermetropía o el astigmatismo que consiste en el implante de lentes por detrás del iris y delante del cristalino. Una operación de apenas media hora, pero un alto coste de 5.000 euros que muchos aspirantes pagaron antes de que se publicará el nuevo cuadro médico por el que han sido excluidos, pensando que era mejor opción que la cirugía láser. Una treintena de personas ya ha recurrido ante la Justicia la medida que tachan de “discriminatoria”.
Es el caso de una joven salmantina que se sometió a una intervención para poner solución a su miopía de -6,5 dioptrías (el máximo permitido es -3 dioptrías). María (nombre ficticio pues prefiere mantenerse en el anonimato) se operó un año antes de presentarse a las pruebas realizadas en julio de 2019. Acudió a un especialista que le recomendó la cirugía intraocular que en aquel momento no se contemplaba como causa de exclusión de la Guardia Civil. “Llamamos a la Jefatura de Formación de la Guardia Civil y nos aconsejaron la lente intraocular, entre otras cosas, porque es una operación reversible”, recuerda la madre de María. La intervención fue un éxito, María tiene ahora una visión funcional superior a la de una persona que dependa de una gafa con el máximo de dioptrías de miopía permitido por la Benemérita. Así lo asegura en su informe el especialista en Oftalmología que operó a la joven.
Hija de Guardia Civil, María siempre había tenido ilusión por entrar en el Cuerpo. Buen reflejo es el resultado que obtuvo, ya que quedó entre los 10 mejores en las oposiciones celebradas en julio de 2019. “Tenía 24 años y era la primera vez que se presentaba”, añade su madre.
María pasó el examen teórico, las pruebas físicas y las psicológicas y la excluyeron en el reconocimiento médico. Lo mismo le sucedió a una treintena de aspirantes que, como la joven salmantina, sienten que “es una discriminación total y absoluta”, y la madre de esta salmantina comenta molesta: “Si se admite el láser debería admitirse la operación con lente, que es más segura y con menos riesgos de cara a un futuro”.
El asunto está en manos de la justicia. Primero han recurrido al Contencioso-Administrativo, que ha dicho que no entra a valorar capacidades ya que el cuadro médico especifica que la valoración de las exclusiones debe hacerse de forma individual en función de la limitación que suponga para la realización del trabajo. Ahora María va a elevar su denuncia al Tribunal Supremo alegando que no padece ningún tipo de enfermedad ocular, sino que simplemente ha corregido un defecto de la visión con una operación segura, eficaz y reversible. “La Guardia Civil no deja claro qué es lo que permite y qué no en la refracción”, insiste la familia de la joven charra, motivo por el que aseguran que su hija siguió adelante con la oposición pese al cuadro médico de exclusiones, y señala que en el Ejército, “que son muchos más restrictivos, sin embargo, sí admiten estas lentes en el caso de la refracción”.
A punto de cumplirse dos años de la oposición, María no pierde la esperanza, aunque el tiempo corre en su contra, por lo que ha optado por prepararse otras oposiciones de la administración del Estado a la espera de que el juez le dé la razón.
Los afectados están por toda España. La madre de María explica que conoce el caso de dos personas que se prepararon en el Colegio de Guardias Jóvenes. Allí tuvieron que pasar unas pruebas médicas y las pasaron pese a tener lentes intraoculares porque todavía no estaba en vigor el nuevo cuadro médico. Cuando en febrero se produjo el cambio en los criterios de exclusión, en el centro les dijeron que no pensaban que fueran a tener problemas para entrar, pero después de aprobar la oposición, se han quedado fuera como María.
Un golpe ocular con la lente fáquica agravaría los efectos del impacto conllevando incluso la pérdida del ojo, aseguran desde algunos ámbitos de la Guardia Civil que justifican así la exclusión de estas lentas. Además, señalan que con las lentes intraoculares se incrementa el riesgo de sufrir cataratas o de perder células epiteliales.
El pasado jueves entró en vigor el cuadro médico de exclusiones para el ingreso en la Policía Nacional por el que no se admitirá a los aspirantes que utilizan lentes intraoculares fáquicas. Los opositores no ocultan su malestar y piden al Ministerio del Interior que corrija esta modificación.
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