Una ayuda vital en el medio rural

De hecho, además de las funciones habituales de los EPAP, durante el periodo de confinamiento domiciliario sus profesionales realizaron una importante labor de contención psicológica y derivación de todo tipo de demandas de la población a los diversos profesionales del Área de Bienestar Social.

En este sentido, las técnicas del EPAP atendieron los tres dispositivos telefónicos de guardia del área que se habilitaron en la provincia de Salamanca. Tras el periodo de confinamiento domiciliario el Área Bienestar Social valoró la necesidad de reforzar el servicio por las situaciones sobrevenidas por el covid de diversa índole, para ello se incorporó una psicóloga más, que ejerce funciones de intervención en casos de malestar psicológico derivado por la situación de la pandemia y refuerza la labor del EPAP en asesoramientos a CEAS.

“Después del confinamiento vimos la necesidad de incrementar el apoyo psicológico e incorporamos un psicólogo más a los equipos para reforzar la atención” asegura la diputada responsable del área, Eva Picado quien reconoce que “veíamos que la situación de confinamiento había generado mucha angustia en las personas mayores y también se crearon situaciones familiares complicadas por la incertidumbre del empleo, los ERTE, etc. que había que solucionar o dar una respuesta”.

Unos equipos que el año pasado atendieron a 142 personas. Un incremento de la demanda al que se ha dado respuesta desde la Diputación de Salamanca que ha atendido a 68 mujeres frente a 74 hombres con rangos de edad de entre 18 y 90 años, aunque la mayoría de las personas (un 46%) se encuentra en el tramo de edad de 45 a 65 años.

Llegar a todos, dar solución a sus problemas, derivar hasta los organismos correspondientes a quienes necesitan ayuda especializada y paliar los efectos de una crisis no solo económica para muchas familias, sino también psicológica por la situación de estrés y miedo que ha generado la pandemia es el objetivo de La Salina, que gracias a estos equipos interdisciplicnares pueden atender las necesidades de todos ellos.

Los objetivos generales de los EPAP son mejorar la calidad de las personas discapacidad o dependencia, promover la permanencia en el domicilio a través de una atención integral en el entorno habitual o en todo caso, retrasar la posible institucionalización, aproximar y reforzar la intervención social en el ámbito domiciliario y comunitario y potenciar la máxima autonomía en su entorno habitual. Un servicio que se presta desde el año 2010 , cuando se inició el funcionamiento de los EPAP en el Área de Bienestar Social de la Diputación, siendo este año de divulgación del programa e inicio de las derivaciones. A lo largo de esta década se han realizado un total de 639 derivaciones, siendo 2019 el año que más contabilizó.

Una vez recibida la ficha de derivación, se valoran los casos para ver si cumplen los criterios de intervención establecidos. Una revisión que realiza una Comisión de Valoración integrada por los profesionales de los EPAP.

En el año 2020 en la provincia de Salamanca se han derivado 56 personas a los EPAP a través los servicios sociales de base (Centros de Acción Social -CEAS- y Unidades de Trabajo Social –UTS-).

Por otra parte, en el año 2020 se han atenido a 142 personas, de los que continúa con la intervención de 68 casos. El promedio de personas atendidas por dispositivo (CEAS/UTS) ha sido de aproximadamente ocho. En los datos, también cabe destacar que el mayor volumen de personas atendidas corresponde a los CEAS de Béjar, Ciudad Rodrigo I, UTS de Peñaranda, CEAS de Alba y de Tamames.

Contenido patrocinado por la Diputación de Salamanca.