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Proyecto Hombre recibió a una treintena de refugiados en sus instalaciones tras un largo viaje en autobús ARCHIVO
Un año de la invasión rusa a Ucrania: así se volcó Salamanca con el pueblo ucraniano

Un año de la invasión rusa a Ucrania: así se volcó Salamanca con el pueblo ucraniano

Más de 300 ucranianos llegaron a Salamanca apoyados por ciudadanos anónimos o a través de las ONG | Al menos la mitad ha vuelto a su país o a las naciones limítrofes

Miércoles, 22 de febrero 2023, 17:29

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El 24 de febrero de 2022 se produjo oficialmente la invasión rusa de Ucrania tras meses de un clima prebélico. Al mismo tiempo que Putin daba la orden con la que se daba inicio a la guerra, los abrazos salmantinos salían al rescate de los hijos de una Ucrania herida que sentían muy cercana.

En una manifestación espontánea de solidaridad, la comunidad ucraniana de Salamanca hizo un reclamo a través de las redes sociales que consiguió en unos minutos el efecto deseado: una furgoneta llena de medicamentos, alimentos y prendas térmicas con destino al frente de Kiev. Al día siguiente, la Diputación de Salamanca cedió una nave en el Recinto Ferial que pronto se quedó pequeña. El altruismo no se quedó solo en apoyos.

Melchor y Juan Manuel se embarcaron en un largo viaje de 3.000 kilómetros para ayudar al pueblo ucraniano, financiado gracias a donaciones anónimas, entidades sociales y diversas empresas. Al llegar a Polonia recogieron a 50 desplazados, una situación que se repetiría en varias ocasiones antes de que llegaran los primeros desplazados por la vía oficial.

El albergue Lazarillo del Ayuntamiento de Salamanca también sirvió de punto de entrada para todos aquellos que llegaban huérfanos de un hogar, muchos con las paredes de sus casas natales destruidas. El Consistorio lo puso a disposición del Ministerio de Migraciones como asilo provisional, aunque se alargó más de lo debido por la dificultad de encontrar viviendas para todos ellos.

También Proyecto Hombre se convirtió en lugar de acogida para una veintena de mujeres y niños acogidos en sus instalaciones. El apoyo de la Fundación Alcándara fue esencial en los primeros días de incertidumbre y aún hoy en día siguen acogidos. Por la vía ‘oficial’, también llegaron cientos de refugiados a Cruz Roja, Accem y Cepaim, entidades autorizadas por el Gobierno para establecer las diferentes fases.

Durante el primer éxodo de los ucranianos llegaron más de 300 ucranianos, la mayoría mujeres y niños, a Salamanca aunque solo la mitad permanecen en ella. La dificultad de acceder a un empleo o los problemas del idioma ha hecho que muchos optaran por volver a su país en los momentos en los que el conflicto estaba alejado de sus ciudades, a países limítrofes como Polonia, Hungría, Rumanía o Moldavia o a otras provincias españolas con más empleo industrial.

Según las cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE), 192 ucranianos se empadronaron en municipios de la provincia de Salamanca entre marzo y mayo a los que se sumaron 14 en noviembre. Sin embargo, la población que ha llegado a la provincia es mayor ya que en muchas ocasiones no ha sido su destino final de acogida.

Según los datos facilitados por Cruz Roja, durante el primer año se han atendido a 191 personas en Salamanca tanto en la información, orientación y ayudas de emergencia. En la residencia habilitada para acogida, se alojaron 32 unidades familiares (66 personas), de las que actualmente 12 (27 personas) permanecen en la ciudad.

A lo largo de este tiempo, todos los adultos de las familias siguen asistiendo a clases de castellano en el centro de formación de la carretera de Ledesma. Tres familias lograron inserciones laborales en empleos de la provincia mientras otras dos lo han conseguido a tiempo parcial acompañados por la ONG.

Accem mantiene un centenar de personas acogidas, mayoritariamente en pisos, aunque al igual que Cruz Roja ha llegado a tener también a 200 personas que han pasado por los diferentes recursos residenciales. La escolarización de menores ucranianos se multiplicó por cuatro por la invasión de Ucrania. Entre abril y diciembre aumentaron un 300%: se pasó de 36 alumnos en los centros educativos de Salamanca a 144.

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