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Los locales de ocio nocturno de Salamanca ya trabajan en sus propuestas de cotillones para la noche más especial del año: el próximo 31 de diciembre. En ella, se despide todo lo vivido durante 365 días y se da el pistoletazo de salida a otro año.
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Como cada Nochevieja, el sector prepara una amplia variedad de eventos que permitirán a los salmantinos elegir la mejor opción teniendo en cuenta sus intereses y expectativas. En cuanto a los precios de las entradas para estas fiestas, una de las grandes preguntas que se hacen los salmantinos, los profesionales del sector no prevén una subida muy notable del coste de las entradas y esperan una demanda similar a la de años anteriores. Cabe recordar que en 2023 los precios se dispararon en algunos establecimientos a consecuencia de ciertas subidas que tuvieron que afrontar sus dueños.
No obstante, todavía quedan varias semanas antes de la gran noche. «Cada año hay un punto de inflexión, que es la Nochevieja Universitaria. A partir de esa cita, los locales lanzan y promocionan sus propuestas y se empiezan a vender las entradas. En ese momento, la gente ya tiene más claros sus planes y alternativas. En la venta también influye la previsión meteorológica, ya que cuando hace buen tiempo hay salmantinos que eligen playa y nieve para disfrutar de esa noche», manifiesta Manuel Herrero, responsable del ocio nocturno salmantino.
Detalles navideños, ropero, recenas o aperitivos serán algunos de los detalles que tendrán los locales salmantinos con los clientes esa noche: «Todos los negocios se esfuerzan para estar a la altura y hacer disfrutar a los clientes. En Salamanca suele haber dos tipos de cotillones, los primeros son esos en los que la gente joven sale con muchas ganas de fiesta. Luego están aquellos locales que ofrecen otra propuesta diferente para aquellas personas más adultas que perciben esta noche como una reunión de amigos o más familiar. En este caso, lo único que buscan es estar más tranquilos y con los suyos», afirma Herrero.
El ocio se reinventa con los tiempos y con las nuevas formas de divertirse. En Salamanca, la 'última moda' son las fiestas privadas en locales. «Cada vez son más habituales los negocios que prefieren hacer fiestas privadas en las que se reserva el local para un grupo estipulado de personas que contratan un precio y con las que se ajusta un servicio», asegura Manuel Herrero. Asimismo, asegura que para el hostelero es más cómoda esta opción: «Repartes un número de entradas y aseguras un número de clientes. Cuando tienes aforo completo, cierras al público y supone un éxito», manifiesta.
El ocio nocturno percibe algunas propuestas de cotillones de hoteles o espacios como 'competencia desleal': «En muchas ocasiones, no tienen zonas específicas habilitadas como discotecas, ni los mismos permisos que los locales de ocio, ni el aislamiento acústico», afirma. Este año, por primera vez, se van a celebrar un cotillón incluso en el salón de una residencia de estudiantes de Salamanca.
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