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Un vehículo accede de forma irregular por el nuevo tramo de la Vaguada de la Palma, ahora solo de bajada. GUZÓN
Temor al caos de tráfico en La Vaguada de la Palma cuando comience el curso

Temor al caos de tráfico en La Vaguada de la Palma cuando comience el curso

La reordenación circulatoria de la zona ha generado quejas y desconcierto en los primeros días de sentido único del nuevo tramo de la Vaguada

Belén Hernández

Belén Hernández

Salamanca

Domingo, 3 de septiembre 2023, 13:11

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La reorganización del tráfico en la calle Vaguada de la Palma tras las obras de cambio de la calzada y rebaje de las aceras supone la antesala a la peatonalización de la calle Ancha, cuyo fin será que solo circulen vehículos autorizados, de residentes y que se dirijan a los garajes de la zona, tal y como ocurre ahora en otras vías del centro de la capital. Tras meses de obras, el tramo entre este punto y la cuesta de Oviedo se abrió el pasado 28 de agosto en un solo sentido: hacia el Palacio de Congresos. Esto ha generado incertidumbre entre los conductores, quejas entre los residentes de la zona y vehículos que entran despistados en dirección prohibida con el riesgo de seguridad que entraña. Y es que la calle ha sido durante años una vía de acceso al centro de la ciudad alternativa al paseo de San Vicente, que desde ahora recibe por añadidura toda esta circulación, a pesar de que el tránsito ya era intenso en esta arteria de la capital del Tormes y de que en este momento se encuentra en obras por la construcción de un nuevo tramo de carril bici.

Desde la glorieta de Los Milagros —junto al puente Sánchez Fabrés— hasta la cuesta de Oviedo —pegada al Palacio de Congresos— la Vaguada de la Palma mantiene la circulación en ambos sentidos. Pero al llegar a la cuesta de Oviedo obliga a girar a la derecha impidiendo acceder al centro por la calle Ancha para desviar los vehículos hacia la calle Balmes.

De este modo, por la calle Ancha solo pueden circular los vehículos que accedan por la cuesta de San Blas. Un paso más hacia su peatonalización total, que se producirá cuando entre en vigor la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) impuesta a todos los municipios de más de 50.000 habitantes por la Ley de Cambio Climático y Transición Energética. Se trata de un área de circulación restringida que en Salamanca entrará en vigor antes de junio del año que viene, ya que el Ayuntamiento tiene intención de agotar al máximo el plazo concedido por el Gobierno, tal y como anunció el alcalde de Salamanca, Carlos García Carbayo. Aunque las obras de peatonalización ya se han ejecutado, con el rebaje de las aceras para la mejora de la accesibilidad, quedan aún por activar las cámaras de control de tráfico que ya están instaladas. Una vez que se pongan en marcha, multarán a los vehículos no autorizados.

Cabe recordar que el Consistorio salmantino demoró la peatonalización de esta vía el año pasado tras cuatro meses cerrada al tráfico por obras. Así, una vez concluidos los trabajos en mayo del año pasado, la Concejalía de Tráfico permitió la circulación de los vehículos hacia la calle Ramón y Cajal aunque, eso sí, limitada a 20 kilómetros por hora al considerarla como calle residencial. Eso supuso un alivio para los residentes y especialmente para las familias que acuden en coche a esta zona en la que se ubican varios colegios y centros educativos: Maestro Ávila, Santa Catalina, instituto Vaguada de la Palma, así como el Conservatorio Profesional de Música. Durante los meses en los que estuvo cerrada al tráfico la calle Ancha las quejas de los conductores y de los residentes fueron insistentes debido al bloqueo que es producía en la zona de forma puntual, especialmente durante los horarios de entrada y salida de los centros.

Miedo al inicio de curso

Tras la reorganización del tráfico en el tramo de la Vaguada de la Palma los conductores que habitualmente circulan por esta zona temen atascos cuando el curso comience el próximo 7 de septiembre, especialmente en las calles Espejo y Fonseca que ahora acogerán a las familias que lleven a los niños al Maestro Ávila y a todas aquellas que acudan al Santa Catalina, el Conservatorio Profesional de Música y parte de los que vayan al instituto Vaguada de la Palma. Temen que el tráfico se complique aún más con el estacionamiento de vehículos de familias que llevan a los escolares a las aulas. No obstante el concejal de Protección Ciudadana, Tráfico Transporte, Ángel Molina, está convencido de que la reorganización va a mejorar el tráfico con respecto a años anteriores. Además, explica que esta semana pasada se han iniciado contactos con las direcciones de los colegios para recordarles la importancia de la movilidad en la circulación y que lo trasladen a los padres. «A partir del día 11 en esos colegios tendremos a policías que, en principio, tendrán una labor pedagógica y no dejarán aparcar en las inmediaciones de los centros en los puntos que sean peligrosos. Les redirigiremos hacia lugares donde puedan aparcar. Vamos a analizar cómo funciona y qué efecto tiene», detalla el concejal.

En definitiva, Molina busca que las familias sean conscientes de que en algunos puntos los padres que aparcan mal o quieren aparcar en la misma puerta del cole ponen en peligro a otros alumnos que van andando. Por ejemplo, en Canalejas los padres que estacionan en la parada obligan al bus a parar en doble fila y ponen en peligro a los niños que bajan del servicio público al tener que atravesar por la doble fila. En cuanto a la situación concreta del instituto La Vaguada, la reorganización de la circulación de la zona persigue disuadir a los conductores de entrar por la Vaguada, porque estarán obligados a dar la vuelta por la calle Balmes para volver por el paseo del Desengaño, según el edil. Por eso Molina les invita a utilizar los aparcamientos de Salas Bajas y de Padre Ellacuría, «que no están a más de 400 metros de distancia del instituto».

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