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Roberto Iniesta, 'Robe' (Plasencia, 1962) llega hoy a Salamanca (21:30 h.) para presentar su cuarto álbum de estudio en solitario 'Se nos lleva el aire' dentro de la gira 'Ni santos ni inocentes'. Solo han pasado dos años desde que pisó el Multiusos. No queda ni un asiento libre en grada ni en pista para ver al compositor extremeño que vende su concierto como una «experiencia única» donde 'explotará' de forma íntegra su último disco pero también un apartado con canciones que marcaron a varias generaciones al mando de Extremoduro.
Vuelve a Salamanca dos años después y de nuevo con lleno, ¿qué tiene de especial para que nunca la deje fuera de sus giras?
—Está muy cerca de donde he vivido siempre y con mucha gente joven que responde muy bien a los conciertos. Siempre hay que ir.
¿Le ha sorprendido que la mayoría de los conciertos se llenasen antes del verano?
—No deja de sorprenderte. Es una música para minorías y te llevas una doble sorpresa: que se llenen y lo hagan con tanta antelación. Eso te anima mucho.
¿Ha conseguido dar con la tecla mágica para ser disco de oro y arrasar con las entradas?
—Tampoco sabría decirte cuál es la tecla. Vas sacando discos y yo creo que lo importante es que no te dejes meter presión y que todos los trabajos que saques te quedes satisfecho. Creo que esa es la única tecla. Realmente, los trabajos que sacas nunca sabes si te van a gustar o no. Para mí, el filtro principal es que las canciones emocionen, y si me emocionan a mí supongo que llevan a emocionar a los demás, pero es algo que nunca sabes.
En una sociedad de lo efímero y superficial ¿sintió el riesgo cuando planteó una canción de 9 minutos con 'El poder del arte'?
—Esto es algo en lo que yo no pienso. Tengo canciones mucho más largas con discos de solo una canción y con cortes de 14 minutos. No me preocupa porque si haces una canción que en la primera frase dice «demasiada droga solo para mí» sé que en la radio no la van a poner. Entonces te da lo mismo que sea de 3, 9 o 14 minutos. Las canciones duran lo que duran.
En otros discos fue mucho más allá con 'Pedrá' o 'Mayeútica'
—Hay canciones que con 3 minutos se pueden hacer largas. La duración en una obra de arte no tiene ningún sentido porque un libro de 300 páginas se te puede hacer corto y uno de 25 largo. Depende de la duración, la historia y cómo se cuenta.
¿Tiene razón Lorenzo Silva cuando dice que se ha vuelto filosófico?
—No es algo que busque, sino que sale. Para mí las canciones tienen que emocionar y si luego te hacen pensar, pues objetivo cumplido. No me hace falta que sean profundas, pero si te hacen pensar es un objetivo conseguido.
Habla de recuperar lo perdido en una de sus canciones. ¿Robe recobraría algo del pasado?
—No. Hay que vivir del presente y ser consciente de ello. A veces lo puedes olvidar por lo que nunca está de más recordarlo. Parece que a veces todo es pasado, presente o futuro y no es así. Todo es presente.
En el libreto de 'Se nos lleva el aire' para introducir la canción de 'Puntos suspensivos' usa un poema del salmantino Antonio Zamarreño ¿Cómo llega a sus manos los versos del profesor universitario?
—Lo encontré en un libro de un poeta que se llama Ben Clarck. Venía ese poema y hablaba un poco sobre él. Me pareció muy bonito y que ayudaba a entender más la canción o a meterte un poco más en la historia. Aunque tampoco se trata de que la poesía haya que entenderla...
Quizás como en sus canciones que busquen más allá de un mensaje prefabricado, una oda a la reflexión.
—Muchas veces me preguntan de lo que hablo en esta canción ¿Y qué más da de lo que yo hable? De lo que se trata es de hacerte sentir a ti o qué te hace pensar ¿por qué voy a tener yo más razón cuando digo de qué hablo? Lo mismo intenté conseguir algo con una canción muy alegre que a ti te da tristeza. Lo que el autor quería hacer con esa canción o conseguir creo que es secundario.
¿Qué se van a encontrar los salmantinos que acudan al concierto de esta noche?
—Dos partes bien diferenciadas. Una más tranquila, entre medias un descanso, y una más marchosa. Esta gira está enfocada en el último disco pero también tocamos canciones de los anteriores de Robe y de 'Mayeútica', aunque no enteras. También habrá canciones de las que he hecho a lo largo de toda mi vida en Extremoduro que las vamos variando de gira en gira ya que tenemos un fondo de armario inmenso. En esta gira no estamos dando dos conciertos con el mismo repertorio.
¿Se cansa de cantar las canciones de Extremoduro?
—Es como un chicle que si lo mascas mucho pierde el sabor. Si fuera por nosotros tocaríamos 'Mayeútica' y el último disco. Pero esas canciones antiguas las vamos cambiando así que no nos cansamos de tocarlas. Cobran sentido cuando las tocas en directo y ves las vibraciones que coge la gente con ellas. Te gusta tocarlas ante ellos.
¿Llegan a Salamanca cansados en el ecuador de la gira?
—No porque no está siendo una gira de echarse a la carretera y no volver a casa. Hacemos conciertos viernes y sábado y estamos el resto de la semana en casa. En todos los conciertos cambiamos el repertorio así que no nos acomodamos ni entramos en un rollo rutinario.
Apesar de ser una gira sin incidentes, esta semana dieron el premio de 'políticos de mierda' a los dirigentes de Murcia.
—Les hemos dado un premio por hacer las cosas mal. Después de estar ocho meses vendiendo entradas nos cambiaron el recinto en la última semana y dejaron a la gente tirada. Se comprometieron con la organización a ampliar el horario de tranvía y no lo cumplieron y dejaron a mogollón de gente tirada a tomar por culo de la ciudad.
Sé que no suele entrar en política pero esta semana salió al ruedo Ibarra repitiendo el 'Cataluña nos roba'. Las redes sociales han recuperado su vídeo de cuando hace 30 años Ibarra les tachaba de antiextremeños mientras que tenían que ir a Barcelona a tocar.
—Yo creo que ese señor ya se debía de quedar en casa y dejar de dar la lata, que ya la dio bastante en su momento. No me interesa ese señor en absoluto.
¿Qué habrá después de esta gira? ¿Nuevos discos, más conciertos?
—De momento, parar y no hay previsión alguna de gira. Lo que sea lo marcarán las canciones. Ahora de momento no hay canciones y sin ellas no habrá ganas de tocar. En cuanto salgan, empezarán las ganas de todo. Es el momento de meterte en el local para experimentar y jugar, grabar y ya tienes ganas de que lo oiga todo el mundo y tocarlos en directo. Hasta que no haya todo eso no puedo decir nada y como eso no sé cuando va a suceder... Espero que empiecen a salir, pero de momento no lo sé.
¿Con qué sensación le gustaría que salgan hoy los salmantinos?
—De haber disfrutado y de haber vivido una experiencia única. Quiero que se lo pasen muy bien.
¿Queda 'Robe' para rato?
—Eso espero.
¿Se pone algún límite?
—Eso solo lo pondrá el tiempo.
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