Técnicos de i-De, héroes de la electricidad, restauran el suministro en las zonas afectadas por la DANA

Ante la destrucción provocada por la DANA en la Comunidad Valenciana y otros puntos del país, con hogares arrasados y miles de personas sin los servicios básicos, entre ellos la luz, i-DE, la distribuidora de Iberdrola, actuó rápidamente pidiendo técnicos voluntarios para atajar el problema cuanto antes. La respuesta de i-DE ha sido contundente. Alrededor de 500 personas, entre trabajadores de la empresa y técnicos de compañías colaboradoras, fueron movilizados desde diversas zonas de España hasta las áreas más afectadas de la Comunidad Valenciana. Entre ellos, Jesús Martín Criado y Javier Martín Martín, de la brigada de Béjar, y David Luis Ledesma y Álvaro Luis Ledesma, de la brigada de Salamanca, se ofrecieron como voluntarios al instante.

Jesús, junto a sus compañeros, relata las dificultades de los primeros días. «Llegar a Buñol fue toda una odisea», cuenta. Los caminos estaban obstruidos y los puentes destrozados. Al llegar, su primera misión fue instalar un generador en el repetidor de telefonía de Vodafone para restaurar la señal de cobertura y televisión.

Posteriormente, el equipo se dividió. Jesús y Javier se desplazaron a Montroy, otra localidad gravemente afectada donde la línea de media tensión había sido destruida. Su misión fue instalar generadores eléctricos en las zonas más críticas para que la población pudiera contar con un suministro básico de energía. «En cuanto llegamos con el camión, en cuestión de minutos ya estábamos conectando el equipo para que la gente tuviera electricidad», explica Jesús. «Las muestras de gratitud de los vecinos eran impresionantes, nos abrazaban y los niños nos aplaudían. También escuchamos que nos decían ¡Cómo mola, Iberdrola!», recuerda.

Por su parte, David y Álvaro se centraron en reparar tanto las líneas de media como de baja tensión en áreas cercanas. «Trabajamos siempre en equipo», cuenta David, «si uno terminaba antes, ayudaba al otro». Las condiciones eran muy duras, en Chiva las calles estaban cubiertas por medio metro de barro, había viviendas completamente destruidas, coches apilados y tendidos eléctricos arrasados. «Era como un paisaje apocalíptico», recuerdan Jesús y David cuando llegaron a esta localidad.

El despliegue de la distribuidora de Iberdrola permitió que en 24 horas la mitad de los 130.000 clientes que no tenían servicio cuando llegaron las brigadas de i-DE desplazadas a las localidades valencianas más devastadas lo pudiesen recuperar, ascendiendo aproximadamente al 75 por ciento en 48 horas y al 90 por ciento en 72 horas.

Jesús y David quieren llamar la atención sobre la generosidad de los vecinos, a pesar de la situación que estaban viviendo. «Te ofrecían hasta lo que no tenían. Fue muy emocionante ver ese nivel de solidaridad», relata David.

«Han sucedido muchas cosas en tan poco tiempo, pero te quedas con la satisfacción de haber estado allí y haber hecho todo lo posible». Aunque Jesús espera no tener que enfrentarse a otra situación similar, asegura que, si fuera necesario, estaría dispuesto a ayudar nuevamente sin dudarlo.

Tanto David como Jesús destacan la coordinación y el respaldo incondicional que recibieron de la jefatura de i-DE. Técnicos, encargados y demás personal de apoyo se mantuvieron siempre en contacto con ellos para poder ayudarles en todo lo que pudieran necesitar. Incluso Ignacio Galán, presidente de Iberdrola, visitó las zonas afectadas para agradecer personalmente el trabajo de los equipos de i-DE para restablecer el suministro en las zonas arrasadas por la DANA.

Confiesan que han regresado a casa con el orgullo de haber sido útiles en una situación tan difícil, «Es una experiencia que no se paga con dinero; poder ayudar a la gente que más lo necesita no tiene precio. Volvería mil veces», resalta David.

Gracias al despliegue de i-DE, la distribuidora de Iberdrola, y al esfuerzo de operarios como Jesús, de la localidad de Villarino; y Javier, David y Álvaro, de Aldeadávila, todos de Las Arribes del Duero, la práctica totalidad de los afectados por la Dana ya disponen de electricidad en sus más que maltrechos hogares. En su vuelta a Salamanca y a su rutina, nunca olvidarán los días que pasaron en Valencia aportando un poco de luz entre tanta oscuridad.

Este brillante desempeño y gran solidaridad solo ha sido posible gracias a parejas como las nueve desplazadas por la compañía distribuidora de Iberdrola desde Castilla y León, dos de ellas estas salmantinas.