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El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, recibió una sonora pitada este miércoles en la Plaza Mayor de Salamanca donde presidió los actos del Día de la Policía. Pese a que el acto se desarrolló con total normalidad, hubo abucheos e insultos dirigidos al ministro, los cuales contrastaron con los halagos que recibieron los agentes. «¡Fuera, ministro!», «¡Váyase!» o «¡Viva la Policía Nacional!», fueron algunas de las expresiones que se pudieron escuchar en el ágora salmantina.
La pitada fue mucho mayor durante su intervención que a la entrada de la Plaza. Mientras el ministro se dirigía a los asistentes, recibió abucheos que fueron aumentando a medida que hablaba.No obstante, el honor, el orgullo y la solemnidad han copado todos los focos de atención en la mañana de este miércoles. La Plaza Mayor de Salamanca ha acogido el acto principal de la celebración del Día de la Policía Nacional, que, ante la mirada del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha desplegado a sus tropas en una celebración que ha contado con una entrega de condecoraciones, un homenaje a los agentes caídos, un desfile, un paso de vehículos y helicópteros y la interpretación del himno del Cuerpo.
Directores generales, oficiales, suboficiales y autoridades del mundo de la política y del ámbito universitario como el alcalde de Salamanca, Carlos García Carbayo; la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones; el presidente de la Diputación, Javier Iglesias, o el rector de la Universidad de Salamanca, Ricardo Rivero, presenciaron un acto en el que el director general de la Policía Nacional ensalzó a Salamanca, reconociéndola como «ciudad patrimonio de la humanidad y atesorar historia, arte y cultura a raudales desde tiempos inmemorables y dejando un legado difícil de superar» en la que, actualmente, ejercen un total de 350 agentes.
Durante su discurso, Francisco Pardo no se olvidó de los muchos agentes que, en los últimos años, 'han caído' en plena faena y recordó de forma especial la labor llevada a cabo por la que fuera subdelegada del Gobierno en Castilla y León, recientemente fallecida, Encarnación Pérez Álvarez.
«La Policía Nacional es la centinela que defiende la ley. Pese a que, en los últimos meses, en la sociedad, se ha dado un clima cambiante, ha seguido trabajando en la consolidación de espacios seguros en España. De cara al futuro, el Cuerpo tiene una hoja de ruta clara para proteger a los ciudadanos y prevenir el delito en las calles españolas», ha asegurado.
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