Señales de tráfico inteligentes ‘made in Salamanca’ para reducir los accidentes con animales
En base a un modelo de la Universidad, la Junta instala indicadores para avisar del peligro

PALABRAS CLAVE
Los accidentes de tráfico con fauna silvestre suponen un grave problema para los conductores y sobre todo importantes daños económicos (el valor medio se sitúa entre los 2.850 euros del jabalí y los 2.000 euros del corzo). La Consejería de Movilidad y Transformación Digital de la Junta ya ha decidido probar el proyecto salmantino pionero desarrollado por el departamento de Biología Animal de la Universidad de Salamanca para el diseño de señales inteligentes que avisen cuando los conductores tienen un mayor peligro de impactar contra la fauna silvestre.
Los primeros indicadores ya se han ubicado en once tramos de la red autonómica en Palencia, Burgos, León y Soria, donde se concentran más accidentes de la Comunidad, aunque el objetivo es extenderlo a todas las provincias en caso de que dé un resultado óptimo en el periodo de evaluación. En Salamanca se producen una media de 500 accidentes al año con jabalís y corzos como los principales protagonistas.

Las placas muestran tres posibles niveles de riesgo en función de un algoritmo adaptado exclusivamente a cada tramo de peligrosidad: el modelo desarrollado predice cúando puede suceder un accidente en un punto en base a numerosas variables. Entre ellas, según detalla Colino, se encuentran el tipo de suelo, si la vía está cercana a núcleos de población, épocas de celo, horas del día, vegetación del terreno o las circunstancias meteorológicas.

En base a la confluencia de todas estas variables, la señal tiene tres niveles: si está apagado (han querido evitar el verde para no dar sensación de que existe un peligro) significa que se está entrando en un tramo de especial concentración de accidentes con fauna; en ambar, que el riesgo de irrupción en la calzada es mayor de lo habitual; y finalmente en rojo con un riesgo mucho mayor de lo habitual. Para esta inversión, la Junta ha destinado 370.000 euros para unas señalizaciones verticales que deberán medir su impacto.

Durante el próximo año, se evaluará en algunos puntos con radares para saber si los conductores reducen su velocidad en los puntos más problemáticos; así como si hay una reducción de accidentes. El objetivo, según detalla Colino, es que se encienda solo en los momentos de peligrosidad para así evitar la confianza de los conductores.