'Salamanca en el ayer': una antesala de la Plaza Mayor que fue un mercado de caza y pesca

La Plaza del Corrillo es una de las zonas más céntricas del casco histórico de Salamanca. Pese a que, hace años, estuvo considerado como un lugar fronterizo, además de violento, entre la Plaza de los Bandos, siempre fue un lugar de reuniones sociales, además de un enclave trascendental en la capital para el comercio.

Esta zona tan céntrica, cuyo nombre tiene su origen en el término 'corro', cuenta con detalles tan históricos como los capiteles que coronan sus columnas. Más allá de la rana y del astronauta que podemos encontrar en las fachadas de la Universidad y de la Catedral respectivamente, en la Plaza del Corrillo, podemos encontrar una luna, los planetas Marte, Mercurio, Júpiter o Saturno y el Sol.

Antesala de la Plaza Mayor, hasta el año 1921, el Corrillo estuvo al mismo nivel que los soportales y había que bajar unas escaleras de cinco peldaños para entrar a la Plaza Mayor (o subirlas cuando se andaba desde el recinto monumental en dirección al Corrillo). Las escaleras se suprimieron en la década de 1920 para permitir el paso de vehículos y el tráfico rodado en la Plaza Mayor.

El Corrillo, que fue la Plaza de la Hierba durante los enfrentamientos nobiliarios de la historia salmantina, también acogió un mercado de caza y pesca. Cuando en 1909 se inauguró el vecino Mercado Central de Abastos, desaparecieron los puestos de venta de la Plaza del Corrillo.

A esta plaza, da la fachada románica de la Iglesia de San Martín, un templo para admirar y que merece una detenida visita. También se encuentra en este espacio la estatua de Agustín Casillas que recuerda al salmantino Remigio González Martín, 'Adares' (1923-2001). El Corrillo fue el lugar donde el poeta vendió sus libros. La escultura no está exactamente donde los salmantinos recuerdan a 'Adares', sino andando y de espaldas a la calle Quintana.

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