

Secciones
Destacamos
La Consejería de Sanidad está limitando los accesos remotos a sus sistemas informáticos, tanto por cuestiones de seguridad, como para evitar algunos usos inadecuados.
En pleno apogeo de la pandemia buena parte de los profesionales -aquellos que no tenían que combatir de forma directa con el virus- dejaron de acudir a sus puestos de trabajo y trataron de ayudar desde sus casas. Se llegaron a pasar consultas telefónicas desde el domicilio de los sanitarios y para eso necesitaban conectarse de forma remonta con el sistema de Sacyl, de modo que podían consultar la historia clínica de sus pacientes, resultados de pruebas, etc.
En los últimos meses se ha empezado a limitar este acceso o, al menos, que no esté abierto de forma generalizada.
Desde el sindicato SATSE han denunciado que «la sanidad privada intenta infiltrarse en la sanidad pública». En el argumentario de las enfermeras figura el hecho de que se pueda realizar la formación especializada en clínicas privadas, pero también hay otros motivos de queja: algunos profesionales de los que compatibilizan la sanidad privada con la pública, utilizan su acceso remoto para consultar los datos que Sacyl tiene sobre esos pacientes que van a atender de forma privada: analíticas, pruebas de imagen, historial, etc.
«A algunos profesionales sí se les mantiene un permiso especial para seguir utilizando el acceso remonto al sistema de Sacyl, pero conviene recordar que cuando un trabajador accede a la historia clínica de un paciente que no tiene asignado, el sistema le pide una aplicación de por qué está abriendo ese historial. Además, todo lo que hace y consulta ese profesional sanitario deja rastro», aclaran fuentes del Complejo Asistencial de Salamanca.
De hecho, en Castilla y León ya se han producido varias condenas, con penas de prisión, para profesionales que accedían al historial clínico de pacientes solo con el propósito de 'curiosear' sus datos. El último precedente este mismo año es el de una enfermera de León, condenada a dos años y nueve meses de prisión por un delito de descubrimiento y revelación de secretos al acceder al historial clínico de una compañera sin su consentimiento.
El pasado mes de abril se supo que Sacyl había conseguido abortar una decena de ciberataques procedentes de la India que pretendían un robo de las credenciales de acceso de sus profesionales a los sistemas informáticos para suplantar su identidad y después hacer uso de toda la información que pudieran conseguir de forma fraudulenta.
En abril, una mutación del virus informático Conficker se extendió por la red hospitalaria de Sacyl y provocó problemas de diversa intensidad en el sistema informático de sus complejos. Todos los hospitales se vieron afectados en alguna medida pero, en particular, los de León, Zamora y Burgos. El virus infectó los servidores generales que pasaron la contaminación a los terminales.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para registrados.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.