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La Gaceta
Martes, 5 de noviembre 2024, 06:10
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Las organizaciones empresariales están afrontando en los últimos años importantes reformas laborales que van a un ritmo tan vertiginoso como cuantitativo, esto les obliga a realizar un gran esfuerzo, tanto en la gestión de sus equipos de trabajo, como económico, ya que implica importantes reestructuraciones y un aumento de costes financieros para hacerles frente. Fue la pasada pandemia el punto de partida de esta «avalancha» de reformas de empleo.
Pero ¿Qué escenarios motivan tanto cambio y a esta velocidad? «Principalmente los cambios en las prioridades de las personas en cuanto a su vida personal y profesional, la disponibilidad de las diferentes opciones de trabajo a distancia (teletrabajo, IA, etc.), el progresivo envejecimiento de la población, la importancia de la igualdad y de la diversidad, la incertidumbre económica, y las exigencias en materia de ESG, entre otros», resalta Ana Rosa Macías, coordinadora del Área Jurídico Social y de RRHH en la asesoría de Prointal.
Las organizaciones empresariales deben enfrentarse a distintos retos derivados tanto de las personas trabajadoras como de la legislación laboral.
Los equipos de gestión deben esforzarse por armonizar las políticas laborales y estructuras retributivas. La importancia del «salario social/emocional» está a un nivel superior al «salario económico». Las políticas retributivas actuales se basan en las condiciones sobre horas laborables, lugar de trabajo, vacaciones y beneficios sociales, esto era impensable hace unos años cuando lo único que se tenía en cuenta era el salario económico.
Ana Rosa Macías señala además que el envejecimiento de la fuerza laboral es un fenómeno que actualmente vivimos en nuestra sociedad y la prolongación del período como trabajadores activos se ve limitado por la condición de salud. En la protección de la salud y la prevención de enfermedades prevalentes en la vejez y ocupacionales, la prevención recae en empresas, administración y sistemas de salud que, en conjunto, deben propiciar lineamientos y oportunidades para un envejecimiento activo y saludable.
En cuanto a igualdad y transparencia, tradicionalmente se han registrado puestos de trabajo ejercidos de manera desproporcionada por mujeres u hombres. En la actualidad, las métricas, políticas y prácticas de igualdad, tanto a nivel de puestos como salariales son imprescindibles para las organizaciones. «El no garantizar la igualdad salarial y transparencia expone a las organizaciones a importantes sanciones», subraya la coordinadora del Área Jurídico Social y de RRHH en la asesoría de Prointal.
Considera, además, que la incertidumbre económica se nos presenta acompañada de una feroz inseguridad. Tras años de perturbaciones causadas por la pandemia, escalada de la inflación, deterioro de la situación geopolítica, conflictos bélicos, desastres climáticos y los rápidos avances de la tecnología, nos enfrentamos a que esa incertidumbre ponga en peligro la estabilidad financiera a nivel mundial. «En consecuencia, las empresas retrasan sus decisiones de consumo e inversión, y se ven afectadas por la restricción de la oferta de crédito por parte de las entidades financieras».
Otro aspecto que se aventura como un episodio con cada vez más control legislativo es la inversión socialmente responsable. «El sistema internacional de reglas establece nuevas normas cada vez más estrictas para examinar escrupulosamente las políticas y prácticas de derechos humanos. Las empresas deben asegurarse de que sus empleados, sus proveedores y clientes comprenden los estándares establecidos por las mismas para verificar el cumplimiento de estos».
Ana Rosa Macías apunta, además, que en la actualidad, la medida mas importante y polémica a la que se enfrentan las organizaciones empresariales es la reducción de jornada, que junto a la reforma de la contratación temporal, es la que más afecta a la organización de los servicios prestados por las empresas, especialmente para las PYMES, autónomos y empresas que se dedican al sector de los servicios.
Según el informe de DGIPYME, publicado en enero de 2024, el número total de PYMES en el estado asciende a 2.917.389, siendo la cifra de grandes empresas de 5.531. En Salamanca, y utilizando la misma fuente, las PYMES, autónomos y microempresas suponen un 99.9%. Es muy importante tener en cuenta a la hora de legislar el «escenario real» de las empresas, de ahí que la reducción de jornada no esté exenta de polémica, y sea muy compleja y conflictiva llevarla a cabo en determinadas organizaciones, tanto por su tamaño, como por el sector al que se dedican. Si bien por un lado, los trabajadores tendrán más tiempo libre, contribuyendo a un mejor equilibrio entre su vida personal y profesional; por otro lado, las compañías tienen que enfrentarse a adaptar sus procesos productivos, organización del trabajo, gestión de personal, necesidades de formación para la implementación de las nuevas formas de trabajo, nuevas contrataciones para cubrir las horas reducidas, y uso de nuevas tecnologías, suponiendo todo ello a la vez un incremento de costes importante para las organizaciones. «No supone por tanto las mismas consecuencias esta implementación para todas las organizaciones teniendo en cuenta la realidad del tejido empresarial existente en la actualidad», concluye la coordinadora del Área Jurídico Social y de RRHH en la asesoría de Prointal.
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