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Lunes, 16 de septiembre 2024, 19:15
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«¡La magia de las redes! ¡Gracias a todos, viva Salamanca y su gente! ¡Los jóvenes Teresa y Manuel me han llamado y el jueves recojo a mi peluche!«. De esta manera tan expresiva anunciaba Emma Lingansch, una turista francesa que el peluche extraviado y con gran valor emocional para ella había aparecido.
La historia se daba a conocer cuando a través de una publicación en Facebook Emma anunciaba que había perdido el peluche en el centro histórico de Salamanca mientras paseaba con su marido. En la misma publicación explicaba que su hijo había fallecido hacía poco y que el peluche es «lo que le queda» de su niño. «Si alguien lo ha visto, que me lo diga por favor. Ofrecemos una recompensa al que lo encuentre», añadía desesperada.
Su publicación se llenó de comentarios de gente intentando colaborar hasta que finalmente apareció. Teresa y Manuel, dos jóvenes estudiantes se pusieron en contacto con Emma para darle la buena noticia. «Lo encontramos en la calle. Lo recogimos, lo lavamos y lo tenemos en la residencia. Te lo devolvemos como haga falta», le escribieron por Facebook. «Discúlpanos por haberlo cogido», añadían junto a una foto del peluche.
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