Récord de médicos de familia que retrasan su jubilación en Salamanca

El dato tiene una doble lectura. Por un lado pone en relieve la solidaridad de los profesionales médicos. Sabedores de que se avecinan tiempos difíciles por la falta de profesionales, y que la Consejería prepara una reordenación, han aceptado seguir ejerciendo durante algunos años mientras que se produce el relevo generacional con los futuros médicos.

Por otra parte, también indica que las condiciones de trabajo en la Atención Primaria en Salamanca no son insufribles —como puede ser en otra provincias— si voluntariamente se opta por seguir trabajando.

Los 35 médicos que aceptan seguir ejerciendo, al menos, durante 2020 van a permitir que el número de efectivos en plantilla sea bastante similar al del último año. Hay 16 bajas confirmadas, pero se pueden equilibrar con algunos de los MIR que terminan su formación y a los que se convenza para seguir, con los concursos de traslados anuales y con nuevas incorporaciones que llegarán a través de oposiciones en vías de resolución y otras que se convocarán.

Prolongar la actividad médica hasta los 70 ha sido una batalla con distintas fases en Castilla y León. Inicialmente era una oferta que la propia Consejería de Sanidad realizaba de en año en año a la mayoría de médicos, pero no a todos. El Colegio de Médicos presentó una denuncia ante este formato porque dejaba en manos de Sacyl la posibilidad de ofrecer la prórroga de la actividad, o decretar la jubilación forzosa a los 65. La justicia dio la razón a la Gerencia Regional de Salud, aunque luego alcanzaron un acuerdo con el sindicato médico CESM para que prácticamente todos los médicos tengan la opción de mantener su actividad más allá de los 65. Ahora es Sacyl quien ‘suspira’ para que sus médicos no cuelguen el fonendo y aguanten varios años más en su consulta.

El 2020 que está a punto de empezar se presentaba, a priori, como el más duro de afrontar: más de 50 jubilaciones en un solo año. La previsión para 2021 es que lleguen a la edad de 65 años cerca de 33 profesionales, mientras que en 2022 serían otros 44 los facultativos de Salamanca que estarían en disposición de retirarse.