Prosperidad celebra los avances del futuro centro de salud: «No me lo podía creer»

«Qué alegría más grande sentí cuando me enteré de que iban a construir el centro de salud. Al ver las vallas, pensé '¿qué irán a hacer aquí?' y, cuando me dijeron que iba a ser el centro de salud, no me lo podía creer. No cabía en mí de la emoción», relata María Francisca García, una vecina de Prosperidad sobre el futuro centro de salud del barrio.

Como ella, son muchos los vecinos de la zona que han recibido con agrado la noticia de que la parcela ubicada entre el convento de las Madres Bernardas, la avenida de La Aldehuela y las calles de Aries Pinel y Lucio Marineo albergará el tan ansiado centro de salud. Se trata de una demanda histórica de los residentes de la zona desde hace más de una década.

A principios de año, la Junta inició el proceso de licitación para la construcción del inmueble. Meses después, la Consejería de Sanidad propuso adjudicar la ejecución de la obra a la empresa Ferrovial. Todo parecía bien encaminado. Sin embargo, «ver para creer», pensaron la mayoría de los vecinos que tenían años recibiendo la promesa de la edificación del recinto desde 2008 sin verla convertirse en realidad.

«Cuando me mudé a la zona, al poco tiempo se empezó a escuchar del proyecto. Me acuerdo porque entonces tenía a mis hijos pequeños y me dije: 'si lo hacen rápido, llevarlos al médico va a ser mucho más fácil'. De eso, ya han pasado unos 20 años», cuenta Mónica Carneiro, vecina de la zona.

Hasta la fecha, los vecinos del barrio de Prosperidad tienen que acudir a los centros de salud de La Alamedilla o Filiberto Villalobos para recibir atención médica. En años anteriores, esto no resultó un grave problema, debido a que el traslado a estos dos emplazamientos no implicaba un gran problema. No obstante, conforme el barrio ha ido creciendo, la demanda de su propio centro de salud ha tomado fuerza.

Además, los dos recintos sanitarios, principalmente el de La Alamedilla, se han quedado pequeños para la cantidad de personas a la que tienen que hacer frente diariamente. Esto genera que tengan que esperar varios días para poder ser atendidos. «El centro de salud de La Alamedilla está totalmente colapsado. Conseguir cita es muy difícil. Si necesitas algo rápido, te toca irte a Urgencias, pero esa no debería ser la solución», comenta la vecina Mónica Carneiro.

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